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Aliste: "Ni me privaron de mi voz, que es mi esperanza, ni dejó de latir mi corazón para seguir...
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LA LLUVIA DESLUCE EL ACTO DEL PREGÓN

Aliste: "Ni me privaron de mi voz, que es mi esperanza, ni dejó de latir mi corazón para seguir...

Actualizado 08/09/2014

Cercano, emotivo y con un especial recuerdo a las víctimas del terrorismo, ha agradecido las muestras de cariño, "devolver todo lo que me habéis dado" (GALERÍA FOTOGRÁFICA)

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La tremenda tromba de agua que ha caído sobre Salamanca a la hora que estaba previsto el inicio del pregón no ha empañado un acto que sí ha comenzado con casi media hora de retraso. Un buen número de salmantinos se agolpaba bajo los soportales para escuchar las palabras del comandante Juan José Aliste, víctima de ETA y actualmente delegado provincial de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Y, en este día tan especial, pregonero de las Fiestas de La Virgen de la Vega.

El coronel Francisco Morales ha sido el encargado de presentar al pregonero y en su introducción ha destacado que Aliste "nos ha enseñado a no rendirse jamás ante las dificultades". "Orgulloso de su origen zamorano, embajador de la tierra salmantina en la que ha querido vivir, el comandante Juan José Aliste nos ha enseñado, y continúa haciéndolo, a mirar a la vida de frente, a no rendirse jamás ante las dificultades, a sacar fuerzas de las flaquezas, a crecerse en la debilidad, a abrazar con esperanzada alegría cada mañana que se nos otorga". "Nadie mejor, en definitiva, para animarnos a la fiesta que mi amigo, nuestro amigo, el comandante Juan José Aliste".

Salamanca, y sus vecinos, ha sido precisamente el hilo conductor del pregón de Aliste, subrayando que "es un honor cumplir con este noble encargo de pregonero". "Junto a vosotros he recorrido ya un largo trecho de mi camino en la vida. Aquí tengo a mi familia, a mis hijos y a mis amigos. Aquí viví mi profesión de la estoy tan orgulloso; orgullos hasta de las cicatrices que, por servir a España, me dejaron un poco más atado a la tierra, aunque no me pudieron quitar las alas de la imaginación y del amor para volar por los cielos del mundo". "Y aquí sigo viviendo", prosiguió en su pregón, "como un ciudadano más que quiere cada día lo mejor para Salamanca y lo mejor para su patria, España".

Aliste, de origen zamorano, llegó a Salamanca en mayo de 1987 y "pronto aprendí que Salamanca y Zamora son vasos comunicantes y que es posible querer por igual a las dos ciudades que tanto me han dado". En ese sentido, el comandante ha destacado que ha sido en la capital charra "donde nació una de mis hijas y donde mis otros dos hijos han formado sus propias familias", en alusión al cariño que siente por la ciudad.

Aseguró Aliste "ser simplemente uno más de vosotros". "Salamanca es también la ciudad donde un día me pudieron quitar la vida y, sin embargo, me la valoraron y enriquecieron mucho más. Es un orgullo estar hoy en este balcón como un salmantino más al que el terrorismo más cruel eligió para su infame cobardía. Pero ni me privaron de mi voz, que es mi esperanza, ni dejó de latir mi corazón para seguir disfrutando de los amigos".

Aliste también ha querido tener un recuerdo para otra familia a la que, en 1992, también golpeó el terrorismo. "Desde aquí mi reconocimiento a la persona y a la familia del coronel Heredero, por su amistad sincera, y a todas las víctimas del terrorismo en Salamanca y a sus familiares mi más cariñoso recuerdo y reconocimiento público".

Tras repasar la que fue su llegada a esta ciudad, ahora su hogar, y su carrera profesional, también hizo especial mención a la que considera una gran familia, el Ejército, «muy visible en Salamanca, con todos los elementos positivos que aportan a una ciudad cientos de familias, tanto dentro de los muros del cuartel como fuera del mismo. Porque las ciudades son, por encima de muchas otras consideraciones, espacios de convivencia, y los militares nos esforzamos por crear sociedades más justas».

En el año 1995, "tuve la desgracia de pasar a engrosar el número de víctimas del terrorismo. Y, a partir de ese momento, mi vida dio un giro de 180 grados. De ser una persona que pase por esos hermosos lugares de la ciudad, y que hace las cosas normales de la vida, pasamos a ir en silla de ruedas, y lo que no antes no suponía ningún esfuerzo, como subir un simple bordillo, podía convertirse en una carrera de obstáculos, a veces infranqueable. Ahí también hemos mejorado".

"Gracias al esfuerzo de las instituciones, que ha sido grande, y que durante los últimos años ha hecho de Salamanca una ciudad más accesible para todas las personas que nos movemos en silla de ruedas. Tanto en nuestro día a día, como para disfrutar con todos los sentidos, de nuestra ciudad histórica".

Quiso cerrar su pregón dando las gracias a todos los salmantinos. "Os agradezco vuestras muestras de cariño. Cómo me habéis ayudado durante todos estos años con palabras de ánimo, saludos, distinciones o simples miradas que han tenido para mí un enorme valor, junto al pilar fundamental de la vida que es la familia". "Me he sentido arropado, me hábeis empujado en los malos momentos, ayudado a salvar obstáculos, los que se ven y también los invisibles, y entre todos hemos hecho realidad ése saber que se puede, querer que se pueda, saber que se puede seguir adelante, y querer salir de situaciones, por complicadas que sean".

Un mensaje de esperanza para poner un broche de oro a un discurso cercano y emotivo. "Se puede mover nuestro mundo porque tenemos la palanca, y el punto de apoyo sois todas las personas que nos queréis y que, cada día, sacáis lo mejor de nosotros". "Yo os admiro a vosotros, y soy el espejo de todo lo bueno que habita en vuestro interior. Por eso, hoy, aunque las palabras no alcance, quiero devolveros todo lo que me habéis dado".

El pregonero ha agradecido también las muestras de cariño del pueblo salmantino y ha recordado la que más le ha impresionado: "Pocos días después de salir del hospital, estaba con mi mujer por la Avenida de Mirat. En ese momento, pasaba un autobús urbano y, al verme, el conductor paró y espontáneamente todos los viajeros comenzaron a aplaudir. Desde entonces las personas de esta ciudad camináis a mi lado".

Juan José Aliste ha querido transmitir con sus emotivas palabras un "mensaje de esperanza" y ha invitado a todos los salmantinos a disfrutar de las Ferias y Fiestas, "a dejar por unos días a un lado preocupaciones, problemas, inquietudes sociales y personales, para vivir con la mayor intensidad y emoción estas fechas".

Mañueco: "Su sonrisa es el triunfo de los hombres de bien"

Tras el pregón, y en un acto más informal en el Ayuntamiento, el alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, ha alabado la sonrisa que siempre lleva presente el comandante y ha recordado que lo conoció en su etapa del servicio militar. "Su sonrisa es el triunfo de los hombres de bien", añadiendo que Aliste "es un ejemplo de los hombres que creemos en la convivencia pacífica".

Tras estas palabras, Mañueco le ha hecho entrega y, posteriormente, ha firmado en el Libro de Oro de la ciudad.

Reducida protesta durante el pregón

Durante el pregón de Aliste, y de forma respetuosa y en silencio, dos grupos de personas han mostrado su descontento con dos temas de actualidad a través de sendas pancartas. Por un lado, representantes de la CGT portaban una pancarta en la que se podía leer 'Stop represión en los buses urbanos. Mari José dimisión'.

Por otra parte, otro grupo, también de en torno a una decena de personas, ha mostrado una pancarta en la que se podía leer 'parking no'.

FOTOS: Pablo de la Peña