Hay obras de arte que necesitan una restauración urgente como el retablo de Santa Catalina del siglo XVI o la capilla de Santa Bárbara
Ha pasado más de un año desde que el acceso a la Catedral Nueva se realiza previo pago (4,75 euros entrada general) y el balance que realiza el deán de la Catedral es más que positivo. Jesús Terradillos afirma que, a pesar de las dificultades y la polémica que inicialmente generó esta medida, "ha ido relativamente bien".
Explica que "ha merecido la pena", a pesar del desembolso importante que se ha realizado para marcar el recorrido, las autoguías que entran con el precio de la entrada y la contratación de personal más especializado. Terradillos señala que se pensó en cerrar la Catedral Nueva y abrirla solo las horas de culto "porque el mantenimiento permanente supone unos costes importantes".
Sin embargo, con la apertura al público con entrada se han conseguido tres objetivos. Por un lado, recuperar el respeto por un templo que es la casa de Dios. Por otro, mostrar al visitante todo el arte que atesora la Catedral, pero sin dejar nunca de lado el contexto religioso y, finalmente, conseguir con el pago de la entrada capacidad económica para el continuo mantenimiento que requiere un templo de estas dimensiones con la riqueza que atesora. "La actitud del visitante es distinta, lo hace desde el respeto, contemplando el arte en silencio". Jesús Terradillos explica que en 2012 tuvieron un déficit de 60.000 euros y no contaban con ingresos para mantener, restaurar y pagar a los diez trabajadores y la Catedral necesita continuamente cuidados que implican un desembolso importante. Además de la reparación de 15.000 metros de cubierta, el deán afirma que hay obras de arte en la Catedral Nueva "que necesitan una reparación urgente" como el retablo de Santa Catalina de Pedro Bello, del siglo XVI; el de Santa Bárbara o la rehabilitación de salas.