De negro a muy blanco, 'Guardianes de la Galaxia'

Marvel Studios vuelve con una adaptación de sus sagas a la gran pantalla, Guardianes de la Galaxia, del cómic de 2008. Peter Quill "Star-lord", junto con Gamora, Rocket, Groot y Drax el Destructor, deberán defender la Galaxia de Ronan, quien ansia el poder de Thanos para su venganza personal. Esa es básicamente la sinopsis reducida de lo que sucede en la película.

El personaje de Peter Quill, interpretado por Chris Pratt, es creíble al tratarse de un terrano. Refleja el carácter de la humanidad con una sola frase "Yo nunca aprendo de mis errores". Gamora, interpretada por Zoe Saldana, es un personaje con un objetivo muy concreto que compartirá con Drax el Destructor, matar a Ronan y Thanos. Drax es interpretado por Dave Bautista, el famoso luchador de la WWE. Aquí hay que reconocer que su personaje es de los que más sorprenden junto a Groot, interpretado por Vin Diesel (interpretado, por decir algo). La guinda del pastel es Rocket, interpretado (voz) por Bradley Cooper, un mapache que tras sufrir experimentos genéticos y cibernéticos adquiere inteligencia y consciencia. Es uno de los personajes con más trasfondo psicológico porque es consciente de los horrores que tuvo que pasar.

Las dos horas de película se hacen amenas, entretenidas, incluso divertidas. El guion respeta bastante la historia de la saga del 2008 y, si todo sucede según los cómics de Marvel, en la próxima entrega de los Guardianes de la Galaxia en el 2017, veremos a los Guardianes de la Galaxia acompañando a Los Vengadores en la tercera película de estos.

Algo malo que tiene la película es la "escuela" que dejó J.J. Abrams con sus destellos cegadores en el espacio y los saltos de oscuro a muy claro. Este espectáculo de negro a muy blanco acaba haciendo que te duelan los ojos. Parad ya los cambios bruscos, todos lo agradeceremos.