Consideran que "el abandono" y los recortes hacen cada más difícil "unos servicios sociales de calidad"
Un miércoles más los trabajadores del CAMP, la Residencia San Juan de Sahagún de Salamanca y el CAMPyCO de Bejar, se han manifestado ante las puertas de sus centros en señal de malestar por la gestión de los Servicios Sociales en la provincia. Tal y como apuntan en sus reivindicaciones, "el abandono al que se están sometiendo los centros de esta Gerencia hacen cada vez más difícil unos servicios sociales de calidad". Así, entre los recortes, apuntan que a la escasez de material se suman que "los edificios no se arreglan o se hace tarde, las jubilaciones del personal no se cubren -las bajas tampoco, ni siquiera las maternales-, se derivan ancianos a residencias privadas habiendo plazas en las públicas". "Ante esta situación, los trabajadores se preguntan, ¿por qué ese interés en pasar de la calidad que se ofrece en los centros públicos, al beneficio que obtienen los privados?"
Además de considerar "nefasta" la gestión, en cuento a la organización de los centros consideran que "raya el despotismo". "Las trabas que desde hace meses ponen a los trabajadores hacen que, el día a día de estos y sus familias, sea un calvario en muchos casos". "Durante más de 25 años", añaden, "los trabajadores de estos centros hemos podido compaginar vida familiar y laboras con los cambios de turno entre compañeros. Ahora también nos lo prohíben".
Los trabajadores "queremos unos gestores que gestionen, que den ejemplo, que empiecen a aplicar sus propias recomendaciones en sus centros, que se preocupen por las personas dependientes y los trabajadores que todos los días del año, mañana tarde y noche, trabajan con y para estas personas".