BÉJAR | El público pudo presenciar una proyección de imágenes tomadas en la primera mitad del siglo XX
Las hijas del fotógrafo bejarano Luis Cabrera recibieron ayer viernes en el teatro Cervantes de la ciudad un sentido y emotivo homenaje como garantes de la difusión del legado fotográfico que su padre dejó, legado que ellas compartieron amablemente con todos cuantos se acercaron a ver la muestra proyectada sobre la pantalla, de una pequeña parte de la ingente obra de este avanzado de su tiempo.
La muestra hizo retrotraerse a muchos de los cerca de ciento cincuenta asistentes a sus años de niñez, y volver a jugar por las viejas calles de una ciudad que en aquellos momentos disfrutaba de periodos de modernidad y progreso, apoyada por la rentable industria textil.
Luis Cabrera nace en Béjar, el 28 de julio de 1910 y muere en esta ciudad el 19 de agosto de 1979, comienza su afición a la fotografía a los catorce años y desde entonces no la abandonará
En palabras de su hija Mª del Carmen Cabrera.
Mi padre era un gran amante de la belleza de Béjar y su comarca.Al igual que el pintor busca el mejor ángulo para sus cuadros, Luis Cabrera detrás de su objetivo, va plasmando la belleza del entornobejarano y sus alrededores; observando todo hasta hallar ese ángulo perfecto que le separa y define en el tránsito del tiempo.
Pero no solo fotografió Béjar, sus alredodores inmediatos y no tanto también fueron capturados por su objetivo, Candelario, la Sierra de Francia, Gredos, Las Batuecas...todo espacio singular, que aportara algo nuevo o diferente a la sensibilidad del artista.
Sus fotografías son ahora son para los estudiosos un impagable documento etnográfico y para los aficionados al arte un impagable momento de deleite.