Arrojan sin rubor todo tipo de basura, que genera un olor nauseabundo
La despreocupación de quienes realizan botellones en los alrededores de la facultad de Ciencias, en el casco histórico, y la falta de limpieza por parte de la Universidad de Salamanca, propietaria de ese espacio, tiene sus consecuencias. La parte trasera de este mirador se ha convertido en un auténtico estercolero, cada día más grande.
En la zona se arroja sin rubor todo tipo de basura, que genera un olor nauseabundo. Cajas, bolsas de plástico, vidrio o restos orgánicos forman parte del paisaje de estos ya habituales botellones.
Vecinos, transeúntes y turistas son testigos de este dantesco panorama, permanente en el tiempo.
Según el servicio de limpieza municipal, la zona del mirador se limpia con frecuencia pero el punto aludido pertenece a la institución académica.