Afirma que se hace necesario "que seamos muchos los que reivindiquemos el acceso a los derechos sociales que garanticen las condiciones de vida para todos"
El centro de acogida Padre Damián para personas sin hogar de Cáritas celebra 15 años de trabajo construyendo esperanza. Es fruto del convenio de colaboración de las Religiosas de los Sagrados Corazones que cedieron el inmueble a Cáritas para este proyecto. Desde su inicio, el 12 de julio de 1999, la misión de este centro es ofrecer una atención integral, a las personas sin hogar durante los 365 días al año. En él pueden recibir alojamiento, comida, posibilidades de higiene personal, así como ayuda profesional y humana para iniciar un proceso que les conduzca a una mayor autonomía e integración social. A lo largo de 2013 el centro atendió a 1.689 personas y acogió a 230, con una inversión de 555.106 euros.
Actos para la celebración
Hoy, viernes; 11 de julio: Tendrá lugar una Eucaristía de acción de gracias.
Sábado 12 de julio: A partir de las 7 comenzará una tarde de animación, talleres, sorpresas y merienda. La jornada concluirá con una actuación de Fernando Saldaña.
Con motivo del XV aniversario, el director del centro, escribe el siguiente artículo:
Felicidades a todas y todos los que somos parte de la historia y del presente del Centro de Acogida Padre Damián que en estas fechas cumple su décimo quinto aniversario. En sintonía con el lema de la campaña de Cáritas, este recurso que abrió sus puertas en el año 1999 fue concebido en su origen y filosofía como un espacio de esperanza, para ser aprovechado por todos aquellos cuyas vidas transitan por los tortuosos caminos de la incomprensión y la invisibilidad que tanto dolor provoca a quien lo sufre.
Durante estos años hemos sido testigos de excepción de cómo muchos de los residentes en el Centro han podido dignificar sus condiciones de vida, orientar sus expectativas y empezar a tejer un futuro marcado por la recuperación, el esfuerzo y el crecimiento personal en esta apasionante aventura de "volver a ser": volver a ser ciudadanos, visibles, portadores de derechos y obligaciones, soñadores y constructores de sus propios proyectos vitales.
Pero también, este espacio es el resultado conjunto y compartido por un numeroso grupo de soñadores, que despiertos ante los problemas de su tiempo, entendieron que un recurso de esta naturaleza solo podía dar el resultado esperado siempre que sus cimientos y pilares se apoyasen sobre las bases adecuadas: "la persona como centro, el amor como motor, la Iglesia como signo y la realidad como marco al que adaptarnos en cada época que nos toque vivir".
Debido a estos soñadores e inconformistas este espacio puede hoy seguir desarrollando su encomiable misión: voluntarios, educadores, equipos directivos, socios y donantes, Religiosas de los Sagrados Corazones, así como todos los compañeros y compañeras de Cáritas Diocesana de Salamanca que nos fortalecen, envuelven, animan y arropan desde sus proyectos y recursos, haciendo bueno el dicho: la unión hace la fuerza. Hoy más que nunca se hace necesario que seamos muchos los que reivindiquemos el acceso a los derechos sociales que garanticen las condiciones de vida adecuadas para todos, por muy duras que sean sus realidades vitales.
Necesitamos seguir apostando por propuestas y políticas transformadoras de los contextos de injusticia para recrear escenarios que sigan posibilitando todo aquello que apueste por las personas, con las personas y para las personas. Por ello, creo que siempre es buen momento para dar las gracias a quienes han dejado su huella en el Centro durante estos años, que forman y han formado parte de las muchas acciones y proyectos emprendidos y de todas las horas dedicadas para que hoy podamos seguir siendo un referente en la ciudad, en el trabajo y atención a quienes se encuentran en situación de sin hogar. Ojalá que este espacio no tuviera que existir, pero me alegra pensar que ya que existe, al menos lo haga bajo este nombre, con esta filosofía de trabajo y al amparo de la diócesis de Salamanca desde hace quince años. Seguimos en construcción. Un afectuoso abrazo.
Toño Villalón
Coordinador del Proyecto de Personas sin Hogar de Cáritas Diocesana de Salamanca