Un viaje a la religiosidad, la naturaleza, la flora y la fauna en un entorno de singular belleza, como es el Parque Natural Batuecas-Sierra de Francia, de la mano del Grupo de Senderismo de Vistahermosa
"(Todos los años a la entrada de la primavera, / los curas de los alrededores, reunidos en cuerpo, desfilando procesionalmente, / iban a exorcizar aquellos temibles peñascos, / a fin de preservar al país / de los maleficios de los espíritus infernales...)" Du Crest de Saint Aubin
Adentrarse en el Valle de las Batuecas (Salamanca) es sumergirse en el misticismo, en el relax profundo, en la purificación del cuerpo y del alma que en torno a un impresionante paisaje, puede experimentar cualquier amante del ocio y entretenimiento en el medio natural. SALAMANCArtv AL DÍA recoge la experiencia del camino recorrido en esta zona por el Grupo Senderismo Vistahermosa. Un viaje a la religiosidad, la naturaleza, la flora y la fauna en un entorno de singular belleza, como es el Parque Natural Batuecas-Sierra de Francia.
Era bien de mañana cuando un nutrido grupo de senderistas se reunían, como viene siendo habitual, en la Pista Polideportiva del barrio de Vistahermosa para emprender un viaje a un valle lleno de eremitas, a un lugar denominado Desierto de San José de Batuecas, un nombre no casual, sin duda. El punto de inicio de la ruta tiene lugar en el segundo aparcamiento que se ha habilitado en la carretera que une La Alberca (Salamanca) con la localidad de Las Mestas(Cáceres),una vez descendido el puerto de El Portillo y sobrepasado el desvío a la derecha al Monasterio de San José de Batuecas.Mochilas al hombro, un poquito de conversación previa y libro en mano, nuestra intrépida compañera Mercedes nos dice que nos vamos a perder.....eso sí, espiritualmente..... y la verdad, que poco nos ha faltado... Nuestra compañera nos da unas pinceladas históricas sobre el lugar que vamos a visitar y el porqué de esas ermitas en determinados lugares de este valle. El primer tramo de la marcha transcurre a través de una senda inaugurada hace un año y que en torno a una pasarela y puentes de madera a la vera del río Batuecas, nos deja en poco tiempo y después de atravesar un auténtico botánico al aire libre--con documentación en forma de paneles interpretativos sobre madroños, robles, pinos, labiérnagos, encinas, etc--en la explanada del monasterio denominado Desierto de San José de Batuecas.
Cruzado el puente y cerrada la puerta, nuestra senda vira a la izquierda y toma la primera bifurcación a la derecha en continuo ascenso, para dejarnos en primer lugar, a los pies de una fuente, un oratorio y un magnífico salto de agua en un espacio de singular belleza. Paradita de rigor para tomar un tentempié y continúa el ascenso para alcanzar la primera de las ermitas del día, la de San Juan Bautista. La tónica general de las que visitaremos a lo largo de la jornada es que mantienen sus muros en estado aceptable y el interior suele ser similar en todas, distinguiéndose la zona de orar, de las zonas de estancia, descanso y cocina. Un elemento singular de localización de las mismas es la presencia a sus pies de un ciprés, árbol que en la simbología cristiana, representa a través de su madera lo incorruptible y por su altura, la elevación hacia los cielos.
Justo en frente de la ermita y siguiendo a levante, vemos una senda inicialmente no muy bien marcada que nos dejará en poco tiempo, en otra de las ermitas que jalonan esta vertiente y que las distingue de las demás por presentar una espadaña de color blanco, se trata de la ermita de la Stma. Trinidad. Desde este lugar y en continuo descenso, visitamos la ermita de San Joaquín, que como elemento singular tiene un oratorio exterior en perfecto estado de conservación, elemento que le distingue del resto de las ermitas visitadas. Siguiendo la marcha y descendiendo progresivamente, volvemos a la bifurcación inicial una vez superado el puente que nos llevó a las ermitas anteriores, para dar un giro de 90º a la derecha y alcanzar en poco tiempo, la ermita de El Carmen, última parada en lo que respecta a la ermitas de la vertiente derecha del río Batuecas.
En definitiva, una magnífica marcha de 7 km de recorrido y 5 horas de duración en un entorno de singular belleza, la cual pone inicio a la temporada 2013/2014 y que recomendamos a todos aquellos que de una o de otra forma, simplemente porque disfrutan con la naturaleza, simplemente por buscar un retiro espiritual o simplemente por reflexionar sobre el ayer y sobre el mañana, quieran acercarse a este lugar del sur de la provincia de Salamanca.