Garrido, garantía de futuro

El tiempo, lo más valioso que se puede gastar. El tiempo, un tiempo que se convierte en bronca cuando se alarga en exceso. Y así pasó en la concurso que se celebró este domingo en la Fuente de San Esteban. Se hicieron de rogar. Una novillada programada para las 17:00 horas, que se alargó, y se alargó sin justificación hasta que a las 17:50 que apareció 'Gandoto', aunque mereció la pena. Un ejemplar bravísimo de Paco Galache digno de los mejores reconocimientos que humilló desde el primer momento. Recibió Carlos Navarro, en el que pesó la falta de oficio. Le dio distancia, pero menos de la que el novillo pedía. Toreó en el centro dejando tandas de cierta calidad por el pitón derecho con un novillo de importante nobleza. Cumplió, pero no a la altura del ejemplar que tenía delante. Una oreja.

Luego, ante el cuarto novillo, Navarro mostró más disposición, aunque seguía faltando trasmisión en su faena. 'Dibujadito' de Ribera de Campocerrado, sirvió al novillero natural de Tamames, un novillo que fue de menos a más. Navarro quiere, pero no termina. Tiene un valor seguro, pero acusan en él la falta de oportunidades.

Algo bien distinto se sintió con José Garrido, que acaparó el protagonismo en escasos segundos. Los suyos fueron los mejores pasajes de la tarde. Gusto, clase y valor por doquier. Altas eran las expectativas ante el novillero que hace apenas unos días abrió la afamada Puerta del Príncipe a orillas del Guadalquivir, y no defraudó en nuestro también afamado campo charro. Mostró disposición con el capote ante 'Mimoso', otro bravo ejemplar bien presentado de la ganadería de Carlos Criado que se dejó hacer. Con la muleta, series de gran entidad por ambos pitones. Puesto en su sitio, con apuntes de toreo hecho y a las órdenes de su maestro, Antonio Ferrera, testigo desde la barrera. La espada le privó del triunfo aunque la ovación se dejó oír.

Al extremeño no le bastó, y la faena del quinto fue aún más redonda. Dispuesto a todo recibió a su segundo, un novillo de cierta complejidad de Oribe que Garrido entendió a la perfección. En terrenos de tablas hubo muletazos de gusto por ambos pitones. Ejemplar con la izquierda. Se movió sobre seguro por la plaza en todo momento, muy firme y extensa entrega. Valor. Era un novillo que requería oficio, y José Garrido demostró tenerlo. Estocada profunda y dos orejas que le dieron la puerta grande

Cerró la terna Guillermo Valencia, que se enfrentó al peor lote. Su primero, 'Orador', de Casasola, no dio opciones al novillero venezolano. Fue un querer, querer y querer. Pero no pudo. Su valor y disposición le costó un buen golpe que poco, muy poco le importó. Su ansia de triunfo parecía que podía con todo. Fue eso lo que se vio en Guillermo Valencia, el empeño en su máxima expresión, pero le tocó bailar con la más fea. Tuvo que conformarse con una ovación.

El ejemplar de Hermanos Revesado tampoco ayudó al venezolano. Cierto es que en este último el novillero atropelló la razón desde el principio y 'Bullidor' sí que reclamaba oficio. No pudo ser.

La concurso, aunque con atractivos alicientes, consiguió apenas media entrada en un tarde en la que también hubo dos protagonistas: el aire incómodo que se apoderé del ruedo, y que fue en aumento, y el repertorio de flamenco que acompoñó las ternas. Entretenido festejo que se finalmente acabó con los siguientes reconocimientos:

Mejor novillo: Paco Galache

Mejor lidiador: José Garrido

Mejor estocada: José Garrido

Mejor banderillero: Pilo