La Diócesis dice adiós a las reliquias de San Juan de Ávila

Las reliquias de San Juan de Ávila -patrón del clero español- concluyeron en la mañana del viernes su periplo por Ciudad Rodrigo. Lo hicieron con una Eucaristía en el Convento de Las Claras que fue presidida por el Obispo Raúl Berzosa, quién en su homilía habló sobre la estrecha relación de San Juan de Ávila con San Francisco de Asís.

La presencia de las reliquias en la ciudad ha servido para que laicos, religiosas y sacerdotes hayan tenido la oportunidad de ganar las indulgencias plenarias con motivo del Año Jubilar de San Juan de Ávila.

Homilía del Obispo Raúl Berzosa en el Convento de las Claras

Queridos hermanos sacerdotes, especialmente querido D. Carlos (capellán de esta casa), queridas madres y hermanas clarisas, queridos todos:

No queríamos que las Reliquias de San Juan de Ávila se marcharan de Ciudad Rodrigo, sin visitar los dos monasterios de Clausura: el del Carmelo y el vuestro, tan Franciscano. Es conocido que San Juan de Ávila mantuvo una estrecha y cercana relación con Santa Teresa de Jesús, pero San Francisco de Asís también fue importante en su vida y ministerio. De él escribió que fue "una imitación fiel de Jesucristo y, en testimonio de ello, fue sellado con sus llagas".

San Juan de Ávila, en su tiempo, parece ser que, en las Clarisas de Montilla, predicó un 4 de octubre, memoria de San Francisco de Asís. Como si dicho sermón fuera hoy dedicado a vosotras, queridas hermanas, os lo resumo. El Santo de Ávila afirmaba que "no ha habido quien tan amigo haya sido de la pobreza como el santo de Asís? Dios descubrió a San Francisco dos abismos: el uno, el de su pobreza y flaqueza propia; el otro, las riquezas grandes de Dios".

Los rasgos de la vida de San Francisco, los resume de la siguiente manera: conocimiento propio, a la luz de los beneficios de Dios; confianza en la bondad de Dios; y una entrega generosa para cumplir siempre su voluntad.

San Francisco, según el Maestro de Ávila, "llegó a la verdadera sabiduría divina, que es mucho más que la teología: se trata de cargar la misma cruz del Señor y tener a Dios como único Padre. Todo, porque supo negar su parecer y su voluntad".

Esta actitud de pobreza evangélica, fue la fuente de la alegría para San Francisco, porque se supo "amado y perdonado por su Señor". Por eso, el Poverello "reprendía a los frailes que veía caminar tristes y mustios". Y repetía "que la fuente del gozo profundo está en buscar solamente a Dios: El es el Dios mío y el de todas las cosas (Deus meus et omnia)".

Otro rasgo precioso de San Francisco de Asís, que San Juan de Ávila trató de imitar, fue el gran aprecio que sentía hacia los sacerdotes. El Maestro de Ávila recordaba aquel pasaje de "Las Florecillas" en el que afirmaba San Francisco de Asís que "no era digno de tomar el oficio de clérigo, y que si topase a un sacerdote en la calle y a un santo canonizado que no fuere sacerdote, sin dudarlo, haría más honra al sacerdote". San Juan de Ávila transmitía a los sacerdotes otro pasaje de Las Florecillas franciscanas en el que veía la santidad sacerdotal como una copa resplandeciente y por eso, San Francisco, a pesar de la limpieza de su alma, no se sintió digno de tal resplandor.

Hermanas clarisas: a la luz de estas breves palabras, dos consecuencias para nosotros: orad por la santidad de los sacerdotes, especialmente nuestros diocesanos, y pedir para que el Señor suscite nuevas y santas vocaciones. Lo necesitamos de verdad.

En este día, memoria de San Antonio de Padua, hagamos realidad el Salmo 26, que hemos proclamado: "Tu rostro buscaré, Señor". Para ello, como en la primera lectura del Libro de los Reyes y como en el Evangelio de San Mateo, pidamos un corazón limpio y lleno del Espíritu de Dios. ¡Gracias, hermanas, por el testimonio y generosidad de vuestra vida dedicada a Dios y a nuestra querida Iglesia! Precisamente, el próximo domingo es la Jornada "pro orantibus", dedicada a la vida contemplativa, con un certero y bello lema: "Evangelizamos, orando". Contad siempre con nuestro apoyo y con nuestras oraciones.

+ Raúl, Obispo de Ciudad Rodrigo