Año de reinvención, pero con el mismo final feliz, en la Universidad de la Experiencia

El Programa Interuniversitario de la Universidad de la Experiencia celebró en la tarde del jueves el acto de clausura del curso académico 2013/2014 en su sede de Ciudad Rodrigo, en el cual se procedió a la entrega de diplomas a los alumnos que han completado el período obligatorio de tres años de estudios.

En esta ocasión, son únicamente 8 los graduados, estando además 3 de ellos ausentes en el acto de clausura por motivos personales. Los alumnos unen el diploma recibido en la tarde del jueves a la banda que se les impuso el pasado viernes en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca (USAL), en un acto el que se dieron cita todos los alumnos de la Universidad que han completado este curso los estudios.

Según explicó la coordinadora de la Universidad de la Experiencia en Ciudad Rodrigo, María José González Rivas, este año "ha habido que reinventarse", debido a la "escasez" de horas de clase que han tenido los alumnos, con una única asignatura por trimestre (se ha impartido Historia del Arte en Castilla y León, Nociones Básicas de Derecho, y Rutas de Patrimonio de Castilla y León).

La falta de clases por parte de profesorado titulado de la Universidad de Salamanca se ha compensado con clases impartidas por los propios alumnos (por ejemplo sobre rutas de patrimonio). A esas clases han asistido los 8 alumnos que se han graduado, así como el resto de alumnos de la sede de Ciudad Rodrigo: 10 de primero, 8 de segundo, y 48 que ya acabaron la Universidad en años anteriores pero que siguen acudiendo.

El acto de clausura del curso fue el primero en Miróbriga para el nuevo responsable de la Universidad de la Experiencia en la USAL, José Manuel Muñoz, quién destacó que el diploma entregado es símbolo de la "tensión, trabajo y entrega" de cada alumno. José Manuel Muñoz incidió en que el aprendizaje se prolonga "a lo largo y ancho de la vida; el ser humano está aprendiendo hasta el final".

Como director de la Universidad de la Experiencia, expresó que su objetivo es que el programa sea "un referente en los pueblos", manifestando su voluntad de "impulsarlo y rejuvenecerlo".

Por su parte, el alcalde de Ciudad Rodrigo, Javier Iglesias, además de su tradicional recuerdo a cómo empezó el programa (varias personas solicitaron al Ayuntamiento su implantación "cuando ni yo sabía lo que era"), manifestó que la Universidad ha funcionado en la ciudad "sobre todo porque vosotros [por los alumnos] habéis querido: me llena de orgullo".

Desde su punto de vista, a través de los alumnos "Ciudad Rodrigo da ejemplo de vitalidad, de saber vivir; sois capaces de tener ganas de aprender, de vivir, de relacionaros y de tener nuevas experiencias vitales". Asimismo, Iglesias expresó que son "un gran ejemplo de la sociedad mirobrigense y de la sociedad en la que vivimos", añadiendo también que "me dais envidia; sois capaces de poner el sentido común y la humanidad".

Tanto José Manuel Muñoz como Javier Iglesias animaron a los alumnos a continuar en años venideros en el "viaje" de la Universidad de la Experiencia. El acto de clausura del programa contó con la habitual intervención de uno de los graduados, Agustín Robles, quién dedicó su intervención a analizar los conceptos Universidad y Experiencia.

Como cierre, una alumna de otro año, Carmen Pascua, dio lectura a un poema escrito por ella, que forma parte de un libro titulado Y vi llorar al payaso y otros, que ella misma ha editado.