Fin de curso

En estos días todo suena a final de curso o de temporada. Terminó la liga de fútbol, terminó la intercopa, los estudiantes del colegio y de la universidad están haciendo los últimos exámenes antes de finalizar, todas las sociedades, parroquias, cofradías, etc., apuran sus actividades antes de dejar paso al merecido y necesario descanso de verano.

También nuestra Delegación Diocesana de Misiones está cargada de actividades antes del cierre definitivo del curso. Para empezar, ayer mismo acompañábamos a los miembros y voluntarios de la delegación de misiones de Ciudad Rodrigo, la diócesis hermana, en el convento "Porta Coeli" de El Zarzoso. Así se incorporan también a la tarea misionera las comunidades de vida contemplativa, en este caso las franciscanas isabeles de rancio abolengo entre nosotros.

En Salamanca, tenemos previstas unas cuantas actividades que dan fin al trabajo del curso 2013-2014. En primer lugar, ponemos fin al curso de la Escuela de Animadores y Voluntarios Misioneros. Una institución de gran trascendencia para que quienes trabajan en las parroquias y demás instituciones puedan llevar a cabo sus tareas de animación y cooperación misionera con preparación y competencia. Asisten a la Escuela todos los martes unas quince personas procedentes de diferentes parroquias y comunidades cristianas. El martes, día 17, pondremos punto final, por este curso, a las lecciones y actividades prácticas del mismo.

El 19, jueves, nos encontraremos con los voluntarios y animadores de las delegaciones de misiones de toda la Región del Duero. Será en Aranda de Duero (Burgos) y aprovecharemos para visitar la meritoria exposición de Las Edades del Hombre. Lo tomamos como un día de confraternización y de ánimo común para llevar adelante las tareas de la misión desde las diócesis de Castilla y León.

El día 21, sábado, nos tomaremos, como retiro, un tiempo de reflexión y oración necesarios para hacer un descanso y continuar con nuevos bríos en el próximo curso. Y, aunque no es propiamente una actividad de terminación del curso, de hecho será la última acción oficial y en la que estamos todos comprometidos: el domingo día 6 de julio, celebraremos la Jornada de los Misioneros Diocesanos, con asistencia de algunos misioneros que están de paso y de descanso, y con la concurrencia de los familiares de los misioneros y de los voluntarios y simpatizantes de la obra de las misiones. Llevamos ya tres años reuniéndonos las dos diócesis hermanas, Salamanca y Ciudad Rodrigo, en una hermosa manifestación de fraternidad y de universalidad, que queda mejor reflejada con esa apertura eclesial que supone saber llegar más allá de lo interior o de lo más próximo a nosotros. Este año ?de hecho vamos alternando cada año en una de las dos diócesis-, este año, digo, toca celebrarlo en Ciudad Rodrigo. Contaremos con manifestaciones del Año de San Francisco que conmemoran nuestros hermanos este año, participaremos en la Eucaristía que presidirá el obispo Don Raúl, y tendremos luego una comida de confraternidad en el Seminario diocesano.

Los cursos terminan y los cursos empiezan. Descansaremos un poco, si nos lo permiten nuestras obligaciones y aficiones de verano, y trataremos de comenzar con nuevos bríos ya en los cercanos días del mes de septiembre, una vez pasadas las fiestas de la ciudad, las de la Virgen de la Vega, a la que encomendamos también nuestros proyectos y actividades misioneras. Buen verano, y que nos carguemos de fueras para continuar felizmente adelante.