La talla de mayor valor artístico de la Semana Santa pasea arropada por un nuevo paso de la Virgen y la monumentalidad salmantina
La talla de mayor valor artístico, Nuestro Padre Jesús Flagelado (1760), de Luis Salvador Carmona, paseó arropada por la elegancia de sus cofrades y la prestancia de un cortejo al que le gusta cuidar los detalles. Fue un desfile de estrenos, el del nuevo paso de Nuestra Señora de las Lágrimas, realizado en madera noble, y el vestido de la Virgen. De igual modo se escuchó por primera vez la marcha dedicada al Flegelado "Tu manto es oración", compuesta para la ocasión por Miguel Ángel Font.
Imágenes: Alejandra Agudelo / Guillermo González
Emblema
Sobre fondo color eminencia se sitúa una cruz blanca (herencia de la antigua sección de "La Flagelación" de la Vera Cruz) en cuya intersección se coloca el hexágono con el anagrama de las Congregaciones Marianas.
Hábito
Los hermanos visten túnica y capa negras de raso, botonadura morada, capirote y fajín color eminencia, guantes blancos y zapato negro con hebillas plateadas.
Historia
Los orígenes de esta hermandad están en la Cofradía de la Vera Cruz y se remontan a 1913. En ese año tuvo la cofradía el deseo de dar más realce a los desfiles procesionales y decidió dividir la procesión del Santo Entierro de modo que el Jueves Santo saliesen los pasos correspondientes a los momentos de la Pasión de ese día. También pensó en la posibilidad de incorporar algún paso más que destacase por su devoción o mérito escultórico, centrando al instante sus miras en la imagen de la Flagelación, venerada en la sacristía de la Clerecía y propiedad de la Comunidad de Reverendos Párrocos de la Real Capilla de San Marcos. Al darse la circunstancia de que el presidente de la Vera Cruz, Gaspar Jiménez Repila, era también abad de la referida comunidad, fue fácil la cesión de la impresionante talla de Carmona.
Imágenes Titulares
N. P. Jesús Flagelado
Obra de Luis Salvador Carmona fechada en 1760. Representa a Cristo recogiendo sus vestiduras tras la flagelación. Se concibió para la sacristía de la Clerecía donde ocupaba una hornacina retablo recubierta de espejos a través de los cuales se podía contemplar la magnífica carnación de la espalda ensangrentada de la imagen. La perfecta anatomía de la imagen hace que sea la de mayor calidad artística que participa en los desfiles de la Semana Santa en Salamanca, junto con la Piedad del mismo autor. Cuando recientemente la sacristía se acondicionó como Aula Minor de la Universidad Pontificia de Salamanca la imagen pasó a una de las capillas laterales de la iglesia donde recibe veneración pública. Desde 1952 le acompañan en el paso los cuatro angelitos portando atributos de la Pasión (corona de espinas, flagelo, lanza e hisopo) que acompañaban a la imagen principal en el retablo de la sacristía. Se ha atribuido su autoría a varios escultores, incluida la Roldana, siendo la hipótesis más seguida la de que sean obra de Carmona. Desfila en carroza de madera de pino, portada a hombros por los hermanos.
Ntra. Sra. de las Lágrimas
Imagen de vestir realizada en 1977 por José Miguel Sánchez Peña, al parecer para una cofradía gaditana que finalmente decidió no quedarse con la imagen, el mismo autor realizó nuevas manos para la imagen en 1993. En 1991 fue donada a la Hermandad por un hermano siendo bendecida el 12 de enero de 1992 en la iglesia de la Clerecía. Viste saya y manto negros bordados en azabache ciñendo fajín color eminencia similar al que llevan los cofrades en el desfile. Desfila en carroza de madera y es portada a hombros por las hermanas de la Cofradía.