La Pasión regresa al Claustro y concluye con un potente final en la muralla

Catorce años después, la Pasión de la Diócesis de Ciudad Rodrigo ?que en la actualidad corre a cargo del Departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías- regresó al Claustro de la Catedral de Santa María. Como ocurre con todos los espectáculos que acoge ese recinto, la representación de la Pasión tuvo un cariz mucho más solemne producto de la belleza del Claustro. Además, la escenificación se redondeó con un final en otro marco incomparable.

Por primera vez en los más de 20 años de representaciones de la Pasión, el tramo final de la misma se desarrolló en la zona de la muralla de la Puerta de Amayuelas, pudiendo ser seguida a pie de calle (en este caso desde la Avenida de Yurramendi) por varios cientos de personas que previamente habían llenado todas las sillas colocadas en el Claustro.

En una situación prácticamente inédita en la historia de las representaciones, la Pasión de este año estuvo acompañada ?al igual que había ocurrido en Serranillo, donde tuvo lugar la primera escenificación en la tarde-noche del sábado- de una perfecta climatología, producto de la cual el cielo estaba incluso estrellado.

En lo que se refiere a la representación en sí, el Departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías que dirigen Pablo Moreno y Juan Carlos Sánchez le dio una vuelta al guión del año pasado, incorporando más personajes como narradores del Drama de Pasión y Pascua de Jesucristo, con textos que se pudieron escuchar en la película Jesús, Peregrino de la Luz.

Además, la Virgen María tuvo un mayor protagonismo, empezando la narración precisamente en el que momento de la concepción de Jesús, que fue interpretado por Sergio Morán. Fue también en ese momento cuando Nathalie García, del grupo En3Jazz, subió al escenario por primera vez para interpretar una canción (acompañada al piano de Mario De la Cruz), algo que ocurriría en otras 5 ocasiones a lo largo de la escenificación (incluida la pieza Soñé un Sueño de Los Miserables).

Llegados al punto en que Poncio Pilato se lava las manos y deja al pueblo decidir sobre el futuro de Jesús, colocándole la cruz, comenzó la salida tanto de actores como de público desde el Claustro hacia la Puerta de Amayuelas, para desarrollar la parte final en la cual Jesús es crucificado junto a los dos ladrones.

El colofón a la representación lo puso el Orfeón Dámaso Ledesma, que interpretó el clásico Aleluya. Como despedida, el director de la escenificación, Pablo Moreno, dio las gracias a todos los que habían hecho posible el montaje, mientras que Juan Carlos Sánchez ?que interpretó el papel de Poncio Pilato- deseó en nombre del Obispo Raúl Berzosa una feliz Semana Santa a todos los presentes.

Las representaciones por este año 2014 de la Pasión de la Diócesis Ciudad Rodrigo concluirán en la noche del martes en Sancti-Spíritus.