¡Gracias por permitirme que hoy te pueda estar dando las gracias!

Es tremendamente difícil ponerse a escribir así, de la nada, sin otra base que no sea la del propio corazón, de alguien que consigue día tras día que cualquier cumplido se le quede corto.

Solo hay una cosa más bonita en el mundo que regalar la vida a alguien y es que ese alguien algún día te devuelva ese afecto empleado durante tantos y tantos años, y yo ahora me dispongo a hacerlo lo mejor que sepa? Allá voy.

Amigos, las madres no nos dan la vida cuando nacemos, lo hacen día a día, educándonos, enseñándonos esos valores que nos sirven para crecer, y esos valores son los que hoy me han hecho ser como soy, son de los que hoy me siento orgulloso mamá, porque tú, junto con papa, formáis parte de mi mejor equipo, aquel del que nunca me voy a avergonzar, aunque la vida dispare a dar, aunque caigamos cien veces? Porque algo me dice que nos levantaremos ciento una, y siempre con más fuerza.

Y ya es hora de que, al igual que hice en su día con papá, te agradezca a ti todo aquello que me has dado. Ya es hora que muestre a todo aquel que lea este artículo lo orgulloso que estoy de ti, de cada palabra que me has dedicado en estos casi veinte años que llevo teniendo el gusto de verte y de poder compartir mi vida contigo.

Para aquellos que no te conozcan (aunque es raro no conocerte siendo de Ciudad Rodrigo) voy a describirte.

Mi madre es una señorita experimentada en la vida. Un tesoro que ya nació siendo valioso y que se ha revalorizado aún más con los años.

Una personita que si puede ayudar, ayuda, y si no también. Porque en mi vida he conocido a alguien que dé tanto sin querer recibir nada a cambio. Una persona que te alimenta con su sonrisa, por la que no parecen pasar los años, conservando intacta su belleza.

Pero fíjense, todo lo que tiene de bonito por fuera, lo tiene, multiplicado por 1000 en su corazón.

Se me sueltan las lágrimas solo de pensar en las muchas veces que no he podido estar a la altura de sus expectativas, a la altura de lo ella se merece, pero siempre he intentado ser feliz haciéndola feliz a ella, haciendo que sus ojos sigan brillando de la manera que lo hacen.

Finalizo ya, no extendiéndome demasiado, ya que dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno. Solo quiero agradecerte todo lo que has hecho, haces y harás durante los años que dure nuestro amor, porque hay muchos tipos de amor y yo lo tengo claro, que quiero a mi madre como lo que es, la mejor madre que yo hubiera podido tener.

GRACIAS POR EXISTIR, GRACIAS POR FORMAR PARTE DE NUESTRO EQUIPO VITAL, GRACIAS POR DARME LA VIDA Y, EN DEFINITIVA, GRACIAS POR HACERME FELIZ CUIDÁNDOME COMO LO HACES. ¡¡¡¡¡TE QUIERO MAMÁ!!!!!

Rubén Juy Martín [@ruben_juy_9]

Estudiante