Intensísima jornada de actividades de los colegios mirobrigenses

A sólo día de iniciar las vacaciones de Semana Santa (que serán más cortas que nunca), varios centros educativos de Ciudad Rodrigo vivieron una intensa mañana de jueves con motivo de sus respectivas Semanas Culturales. A los Colegios San Francisco y Misioneras de la Providencia-Santa Teresa de Jesús -que arrancaron las actividades el miércoles- se unió en la mañana del jueves el Colegio Miróbriga, que en este caso celebra sus Jornadas Culturales, dedicadas a la figura de los abuelos.

Cronológicamente, uno de los primeros puntos de atención durante la mañana estuvo en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. Hasta allí se acercaron los alumnos de 2º ciclo de Primaria del Colegio San Francisco para conocer el edificio.

Los chavales fueron recibidos en el salón de plenos por el alcalde Javier Iglesias, quién les pidió que cuiden la ciudad, porque "las cosas que se hacen es con dinero de todos, que sale de los impuestos". Como petición concreta, Iglesias les pidió que cuiden los columpios: "no los enredéis".

Posteriormente, los chavales pudieron preguntar, queriendo saber qué se había hecho para parar la crecida de la semana pasada, por que no se sacó un segundo toro en la novillada de uno de los días de Carnaval, cuántos años se tardó en construir el Ayuntamiento, o por qué vinieron los franceses a Miróbriga. Por último, se entregó un bolígrafo a cada alumno como obsequio.

En lo referente al Colegio San Francisco, a lo largo de la mañana pasaron por el centro la Unidad de Salud Bucodental formada por el odontoestomatólogo Manuel Benito-Sendín y la higienista dental Silvia Anaya Gutiérrez, que alertaron sobre la necesidad de lavarse los dientes después de cada comida; la Policía Local, que llevó varios vehículos al patio del centro, además de montar un circuito de seguridad vial; y el entrenador de fútbol Aris Marcos Sierra, que ofreció una charla sobre su trabajo.

Además, varios grupos de alumnos se acercaron hasta el Cuartel de la Guardia Civil, para conocer cómo es el trabajo de los agentes.

En lo que respecta al Colegio Miróbriga, sus alumnos de 1º a 4º de Educación Primaria visitaron dos espacios del centro histórico de Ciudad Rodrigo. Por un lado, el Centro de Día de Personas Mayores, donde sus socios fueron explicando a los chavales los distintos rincones del edificio, llegando incluso a jugar con ellos a la petanca (en la muralla) y a la rana.

Por otra parte, los citados grupos también se acercaron al Centro de Formación e Innovación Educativa (CFIE), donde pudieron conocer juegos tradicionales, y también cómo era un aula de una escuela antiguamente.

Mientras, en el propio Colegio Miróbriga se desarrollaron actividades especiales durante toda la mañana, como la elaboración de una careta dedicada a los abuelos, juegos tradicionales en el patio, o un taller de relajación. Asimismo, se contó con la visita de varios abuelos y abuelas, que explicaron a los chavales cómo era la vida cuándo ellos eran jóvenes.

En lo que respecta al Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa de Jesús, los alumnos de Educación Infantil y de primer ciclo de Educación Primaria se acercaron durante la mañana al Mercado de Abastos, para conocer cómo es por dentro. Previamente, estuvieron preparando un mercado con productos reales en el patio de su centro.

A lo largo de la mañana, los chavales del 2º ciclo de Primaria participaron en sendos talleres de cocina y sentidos, mientras que los de 3º ciclo, disfrutaron de talleres de música, danza, plástica (elaboraron un 3 en raya con frutas), de gusto, recibieron una charla sobre los huertos ecológicos, y realizaron unos originales selfies hortícolas (los chavales se autosacaron fotos mientras portaban hortalizas).

Por último, los alumnos de Secundaria completaron después del recreo el recorrido por los talleres diseñados para este nivel educativo (de publicidad, de comercio justo, para la creación de un blog, y de MasterChef).

Como complemento, la Iglesia de San Agustín, situada dentro del mismo edificio del Colegio, acoge una exposición de aperos de labranza, llevados hasta el centro por alumnos y profesores.