Mientras parece que la escultura más actual reniega de ancestrales formas y volúmenes, de la concreción de su materia, disolviéndose en espacios levemente señalado por "conceptos" las más de las veces difusos, expandida la llaman, y con un mestizaje de medios que incorpora todo lo susceptible de ser aceptado como espacial o mero símbolo, que ya no sé si estoy delante de una escultura o de una película, permanece, con fuerza de ariete, un artista que realiza una obras que, en mi opinión, encarnan lo mejor que siempre delató a la buena escultura: su rotunda presencia. Hablo, claro está, de Richard Serra.
Recuerdo aún emocionado aquella muestra en el Reina Sofía del 92, donde sus piezas encajaban como nunca vi más, en ese espacioso e igual de contundente hospital recién encalado que sigue siendo el benemérito centro. Percibí allí que su obra siempre iba a seguir renunciando a fruslerías, decorativismos, modulaciones bonitas o puros formalismos.
En aquel tiempo era la goma vulcanizada de Belts (1966-67), El plomo por el suelo como imposibles rodapiés de Casting (1970), los más diversos materiales pobres y sucios visualizando un proyecto escultura distinto, presintiéndolo. Ya estaba el acero, enrollado en caliente, de Strike, Una plancha de 7,5 por 2,50, de casi 3 cm de espesor sostenida únicamente por el ángulo recto de la esquina de la habitación que dividía, con cuatro planchas en cuatro esquinas formó, Circuitpara la importante Documenta 5 del 72. Siempre el material mostrándose con sus cualidades intrínsecas, aún antes de ser cosa o escultura. Ya estaban las cuatro pesadísimas planchas de acero corten, 24,1 cm de grueso, Igual-paralelo: Guernica-Bengasi (1986), en el Centro de Arte Reina Sofía, sabéis que luego desaparecieron en la más prodigiosa evaporación que se conoce, (ni Urdangarín, ni Bárcenas, ni contable de los ERE), antes de que el autor realizara, no es difícil, las copias gemelas que las sustituyeran.
Recuerdo a Santiago Varron, que tanto hizo desde su galería por introducir buen arte contemporáneo en la ciudad periférica y difícil, en una conversación apasionada sobre estaexposición, su verdad, su adaptación al espacio, su austeridad y grandeza, la apertura de vías, que queda lejos de la falta de pasión que advierto en esta sociedad ahíta de haber visto ya todo y no haber digerido nada, que es lo mismo que decía Mairena a sus discípulos de los que dicen estar de vuelta de todo, que ya es difícil ir, ninguno ha vuelto.
Desde entonces la escultura de Richard Serra no ha hecho más que crecer. La define el acero, la monumentalidad, la absoluta precisión, la pureza tectónica, la rotundidad, las torsiones de dobles elipses, la espiral y su topología, el casi milagroso equilibrio, las esculturas de Serra no están cimentadas como un edificio, están posadas, son solo sus fuerzas propias quien las determina, y sobre todo, son obras para ser experimentadas, para ser vividas.
Se puede ejemplificar cada apartado, pero no quiero robaros horas de sueño, mejor la 2, el caso es que de poco sirve que os traiga estas fotos, algunas ya muy sabidas como las del Museo Guggenhein de Bilbao que forman La materia del tiempo, si no se pueden experimentar en directo. Yo al menos no supe que era su escultura hasta que no fui Jonás en su vientre, Hasta que no caminé por ese espacio angosto e irreal que se abre y cierra a cada paso, que te descoloca alterando el ánimo, esa sensación de no haber estado nunca en un lugar como este. Allí me di cuenta que el artista iba más allá del vaciado de las formas de Oteiza, del dibujo escultórico de Brancusi, del juego de Picasso por "pintar" esculturas, quería más, ni la materia a un lado, y el vacio por otro, aquí, como en un jardín zen, hay continuidad entre la masa y la inmaterialidad y todo se percibe de forma simultánea. Creo que va en ello mi admiración por este autor, que ya era grande pero no tanta como cuando pude sentirme habitando sus quimeras.
Después ya podemos analizar otras cuestiones, la fidelidad con se trata el material que define la escultura, se piensa desde ella misma, con su lógica, sin manierismos, Serra trata el acero como si estuviera haciendo barcos, Ángel Mateos el hormigón como si estuviera haciendo grandes monumentos o edificios. También es normal que su colosalismo precise de un aparato importante de ingenieros, talleres y profesionales que levanten desde la dársena sus proyectos, que midan la posibilidad de ser estables, que conviertan suforma peculiar de mirar todas las cosas en matemáticas de sueños, como esos griegos que remitían toda belleza y armonía al orden de numérico. Ese equilibrio determinante.
"El contenido de mi escultura es tu experiencia, tu actividad subjetiva no tiene que ver con ese equilibrio, pero para que estas piezas afecten esa actividad subjetiva, el principio del orden de la estructura tiene que estar allí"
Hay algo que caracteriza a los pocos grandes artistas más allá de la libre aceptación del juego de su búsqueda, siempre alejado de dogmas, convencionalismos y academias, eso que da lugar al verdadero estilo, que no es ni moda, ni diseño, ni etiquetas, en fin : una determinante y original forma de percibir el mundo. Unos optan por lo simple y otros por lo complejo, unos por la simplificación de lo complejo y otros, como creo es el caso de Richard Serra, por la difícil complejidad de lo más simple.
Por eso hoy os he traído a un escultor que admiro, que entre tanto conceptualismo tan bien mirado es capaz de decirnos; "Para mí el trabajo es el resultado de trabajar, no es algo que provenga de una idea sobre lo que quieres trabajar."
En la entrevista que le hizo Guillermo Calvo para la revista Arte y Parte hay un pasaje que denota ese juego de magia en su mirada:
"Soy una persona que siempre trato de preguntarme qué es lo que estoy mirando y qué es lo que no entiendo. Me he dado cuenta que siempre que miras las mismas cosas, siempre obtienes las mismas respuestas. Ahora te voy a pedir que mires fijamente ese muro (señala la pared de enfrente). No dejes de mirarlo. Sigue mirándolo. Ok, ahora te voy a decir que ese muro es el suelo. ¿Te das cuenta? (risas)"