Estamos cansados, estamos más indignados que nunca, estamos cabreados, estamos viviendo todo con incredulidad, estamos indefensos, estamos solos, estamos ninguneados, nos sentimos despreciados, estamos a la intemperie de duros acontecimientos,? podría seguir expresando muchos de los sentimientos que aparecen en los vecinos y vecinas de Buenos Aires, una vez más, en estos días.
Y nos sentimos así, por ser víctimas utilizadas en un pequeño barrio salmantino para que desde hace muchos años persista el negocio del narcotráfico.
Siento que estamos así porque las Instituciones Públicas nos han dado la espalda a lo largo de demasiados años, y el paso del tiempo parece que hace irreversible volver a disfrutar de un espacio vecinal hecho para la convivencia.
Estamos así porque los problemas de fondo y que coexisten detrás del narcotráfico nunca se han tomado en serio a pesar de la permanente insistencia vecinal; al fín y al cabo no somos ingenuos y sabemos que hemos sido utilizados para un negocio fundamental del mundo de hoy.
Ni se ha querido, ni se ha planteado nunca con seriedad escuchar y dar respuesta a problemas que solamente los vecinos hemos sabido identificar y señalar de manera acertada, pero en demasiada soledad. Y no será, desde luego, porque nos los hayamos callado; la opinión pública salmantina lo sabe muy bien. Nos tememos muy mucho que ya estamos llegando tarde y hemos iniciado la cuesta abajo de un camino sin vuelta atrás.
¡No somos capaces de aguantar más!, y todavía se nos dice que exageramos o que no tenemos razón. Y es que quien no toca directamente los problemas de este calado social y humano, qué difícil es que los sienta como suyos.
El barrio de Buenos Aires está sufriendo. Sufrimos sus vecinos; incluso, también, quienes están provocando la violencia, que tanto nos indigna a los que hemos optado por convivir y afrontar por otros caminos de diálogo y de lucha diaria los problemas del día a día para poder vivir con dignidad.
Llegados al extremo actual y antes que la realidad nos supere definitivamente a todos y todas, a las personas y a las Instituciones; creo que es momento de extremar la sensibilidad, la que no se ha tenido a lo largo de muchos años; hay muchos seres humanos en juego.
Creo que es momento de encarar la situación con responsabilidad, sin tapujos, sin medias tintas y sin intereses torcidos como los que hemos visto en muchas ocasiones en las dificultades de convivencia y de relaciones.
Creo que es momento de decisiones colectivas para afrontar los problemas derivados de negocios claramente antisociales como el narcotráfico, y para emprender el camino de lucha contra el empobrecimiento y la exclusión que siempre rodea este tipo de actividades.
Casi todas las personas sentimos que el aguante ha llegado a su fin. Estamos convencidos que solamente la falta de voluntades, la pasividad o el miedo, la posibilidad de connivencia que no queremos ni sospechar, o todo a la vez, puede estar detrás de más de 25 años viendo cómo ha ido creciendo la gravedad de un problema que a los vecinos y vecinas nos supera, y hasta a veces nos angustia extraordinariamente; y aún así, somos los únicos decididos a afrontarlo y a atajarlo.
El "estado de derecho" no lo sentimos por ninguna parte actuando en Buenos Aires y defendiendo a sus vecinos y vecinas de buena voluntad; antes al contrario, cuando a lo largo de tantos años se nos repite una y otra vez que se están tomando medidas, y sin embargo el problema permanece y lo vemos avanzar con más gravedad a pasos agigantados, es porque las medidas solamente son tapadera de justificaciones de todo tipo.
¿Serán capaces de cambiar esta dinámica de actuaciones inútiles las instituciones públicas implicadas? Ya no hay tiempo para la duda, creo que es de las últimas oportunidades que tenemos para cambiar la realidad del barrio. No dejemos pasar ni un minuto más. Nos tendremos que lamentar y mucho. Tiempo al tiempo.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.