Las modelos están de moda. Sobre todo las de talla 34. Todo en la vida es moda y toda moda impone sus gustos: este año se llevarán los estampados, los velos y transparencias, las faldas largas y plisadas, los ojos blancos.
Las pasarelas nos traerán novedades: las telas se ceñirán a la piel, predominará el negro, primarán las formas geométricas. Será una moda acorde con los tiempos, muy urbana y asequible al bolsillo.
Diseñadores de todo el mundo pasearán la moda por los grandes salones de belleza. La moda íntima llenará las portadas de las revistas. Las colecciones más atrevidas vestirán los escaparates de las grandes ciudades.
Pero no hay moda que resista al tiempo. Lo dijo Benedetti en forma de graffiti: "Las modas pasan, los escombros quedan".
La moda tiene sus estaciones favoritas. Moda de otoño. Moda de entretiempo. Ya es primavera en El Corte Inglés; visite la moda joven.
Basta con una talla 34 para estar de moda. Pero, como casi todo en la vida, también la moda es efímera.
Hay top models que pasan de la moda y buscan en las corseterías nuevos patrones para sus sueños olvidados. Hay modistas que toman medidas ante las nuevas tendencias de la moda. Niñas que sueñan con la moda y desfilan con garbo por los pasos de cebra de las avenidas.
En las tiendas de moda hay maniquíes vestidos de rojo que nos invitan a pasar y a probarnos sus ropas. Pero tan sólo algunas jovencitas pueden disfrutar esa moda.
Todo en la vida es moda, pero la moda no es cosa de ahora. Ya lo dice la copla: "Antigua la moda es / a los héroes y a los justos / los matamos a disgustos / y los lloramos después.
Vuelvan a leer el texto sustituyendo la palabra "moda" por la palabra "muerte"
(Raúl Vacas. Publicado en Esto y ESO, Edelvives/Colección Alandar)