Fun, fun, punk

En estas entrañables fechas (leer con deje borbónico), no puedo dejar pasar la oportunidad de lanzar al ciberespacio una serie de deseos que, de cumplirse, harían un mundo mejor para todos, y no exclusivamente para las élites.

Que la justicia sea realmente universal y gratuita. Que los genocidios sean considerados un delito contra los derechos humanos, puedan ser perseguidos por cualquier juzgado, en cualquier país, sin prescribir jamás.

Una ausencia de prescripción que debería aplicarse a los delitos de corrupción, para que, quien se meta en política, tengo muy claro que lo que ha de primar es el bienestar general, no el propio y de sus allegados. Unas penas por corrupción que deberían empezar a contar a partir del momento en que se devolviese hasta el último céntimo sustraído del dinero público.

Ojalá no fuera tan difícil encontrar gente que considere la Política, con mayúsculas, como lo que siempre ha sido: la búsqueda del bienestar de la mayoría, no una forma de medrar para el partido. Ojalá, al contrario de lo que hicieron para defender a sus jefes los del PPSOE, al cambiar la Constitución, se aplicara lo que ya aparece en esa misma Constitución: derecho a vivienda digna, a la libertad sexual, a la propia imagen, a que nadie pase hambre o frío?

¡Vaya con los legisladores que, lo primero que hacen, es legislar sus propios sueldos y demás beneficios añadidos al cargo! ¡Vaya que cambiaría la cosa sí, cuando no cumplen con su obligación, buscar soluciones a los problemas de la ciudadanía, pudiesen ser despedidos! ¡Vaya que se aplicarían totalmente si tuviesen que dar explicaciones a sus votantes, directamente, y no a sus partidos, gracias al esperado cambio de la ley electoral!

¡Aún hay más, que decía Súper ratón! Aunque sea una época marcada por la hipocresía social y el consumismo, no está mal que nos planteemos buenos deseos para todos. Aún tengo unos cuantos más, que os seguiré contando la semana que viene. Todavía quedan unos días de este año, y ya los días empiezan a alargarse, renaciendo la luz: que los ciclos naturales sigan inspirándonos.