Hay pocos acontecimientos que produzcan tanta exultación como es el caso del fútbol. Aún más, tanta muestra de alegría se agrandará si el equipo rival más directo acaba perdiendo y, allí donde estás viendo el partido, hay un grupo de aficionados del equipo perdedor. De siempre, los ganadores tienden a la exhibición, al regocijo excesivo; una jugada, un gol, una victoria son un deleite aunque temporal. Por otra parte, los perdedores nunca se acostumbran a las derrotas?
Estamos muy mal educados deportivamente, muy poco entrenados para perder. Siempre buscamos "cabezas de turco"; o "picotas" donde colgar a los malditos perdedores; incluso a los "árbitros vendidos"; siempre habrá "entrenadores mantas" a los que achacarles todas las malas decisiones del equipo? Pero tampoco estamos educados, entrenados, para ganar, enseguida hablamos de "baño"; de "arrasar"; de "doblegar" o "humillar"? Todos los adjetivos tienen que "hacer pupa"; que inflijan "daño moral" pues, de lo contrario, la victoria lo sería mucho menos? Por supuesto, la educación empírica contempla gestos de "cachondeo" al oponente, indubitadamente?
El sociólogo Vicente Verdú asegura: "El fútbol no es cualquier cosa. Tampoco un pasatiempo más? Un primer atributo de este fútbol mundializado es su capacidad para integrar, en directo o por televisión, la atención de colectividades que de ninguna otra manera se reunirían en estas dimensiones? La segunda condición del fútbol?es la sensación de interactividad? Una tercera y muy decisiva condición del fútbol es que nunca se encuentra escrito su desarrollo ni su final? Si el fútbol es atractivo y ha crecido en atracción es porque en su particular desarrollo no hay nada preestablecido". Si queremos que el fútbol sea integrador, tolerante con todas las opiniones e imprevisible, debemos seguir generando círculos virtuosos para alejarnos de una exultación viciada y enfermiza con el fútbol. Necesariamente, el fútbol debe ser apasionado; pero siempre respetuoso con las opiniones contrarias?