En las últimas semanas los medios de comunicación han dedicado parte de su tiempo en informarnos sobre las idas y venidas de algunos violadores y locos en chándal. Todos ellos, delincuentes sexuales excarcelados en virtud de la aplicación del fallo emitido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Fallo que enmienda la gran chapuza jurisprudencial conocida como "doctrina Parot". El acoso mediático no sólo lo han soportado tales personas, lo hemos sufrido asimismo el resto de los ciudadanos "asustados" al saber que el violador del ascensor llega a Valladolid con la intención de fijar allí su residencia, a Martorell o a Barcelona por ejemplo. Esta campaña informativa desplegada por algunos medios de comunicación resulta, en mi opinión, ruin. Con ella se quiere decir que eso de los derechos humanos es cosa de rojos y progres que viven en las nubes. Se quiere decir, aunque no se diga, que lo suyo con esta gente es la castración, la lobotomía o aún mejor "la paz de los cementerios". Nada se dice, sin embargo, que otros muchos condenados por delitos parecidos han cumplido sus condenas y se encuentran en la calle o las cumplirán y serán puestos en libertad. Más aún, es posible que algunos de ellos hayan reincidido o reincidan en un futuro próximo. No obstante, en nuestro país mal que bien existe un Estado de Derecho y como tal asume, asumimos, tal contingencia. En efecto, la seguridad ciudadana debe ceder ante otros bienes jurídicos de superior importancia como son los de la vida y libertad individual. A propósito de estos acosos sociales me vienen a la memoria las palabras de un humanista, Pedro de Valencia, informando al inquisidor general sobre el proceso habido contra las brujas de Zugarramurdi: "?se deve examinar lo primero si los reos están en su juicio dado que su conducta parece mas de locos que de ereges?" Cada día somos más los que pensamos que las conductas de esos peligrosos delincuentes sexuales son más propias de locos que de cuerdos. Adolecen de una especie de "locura" aún no contemplada en el Código Penal o apreciada como tal por el juzgador. Esa especie de locura no afecta a la voluntad y al conocimiento pero sí afecta a las emociones, a la empatía. Sobre todo esto hoy se sabe mucho y bueno sería que esos amarillentos medios de comunicación dejasen de convocar a la ciudadanía a presenciar como los nuevos herejes son quemados en la hoguera e informasen de las medidas cautelares que en otros países se toman al respecto.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.