Entre costuras una tendencia en alza

El tiempo entre costuras, es mucho más que una serie de televisión basada en un libro que ha sido best seller. Nos encontramos en el renacer de una serie de labores tales como bordado, confección, punto, ganchillo, crochet, la customización que hasta ahora habíamos considerado más propias de nuestras madres y abuelas que las aprendieron en su infancia y que se entendía como formación sustancial para una mujer. Han renacido tiendas de arreglos para ropa, otra tarea que parecía estar en grave peligro de extinción, mientras ahora parecen haberse convertido en toda una tendencia en alza para todas las edades: Las personas mayores ya no tienen condiciones físicas (puls o, vista), los jóvenes no saben hacerlo.

Lo mismo ocurre con la formación formal o informal de talleres corte y confección, ganchillo, punto, patchwork, diseños de joyitas y complementos que ofrecen la posibilidad de realizar prendas únicas, donde personas de todas las edades, adquieren conocimientos necesarios para la elaboración de sus propias prendas y otras manualidades. Con ello se rescata el valor de las labores, se fomenta la creatividad y las relaciones interpersonales y se da paso a la reutilización, la creatividad mediante el diseño y creación de originales diseños, personalizados o el ahorro económico por ejemplo.

Este resurgir o vuelta atrás, es una consecuencia más de la crisis en términos económicos, ahora vuelve a ser importante tener prendas que duren, lejos delusar y tirar de antes, es, también, el contrapunto al fast fashion, a las modas fugaces, al del perchero al trastero y un síntoma de que las cosas están cambiando y que hay una especie de vuelta atrás para reajustar necesidades y posibilidades. En esto, las personas latinoamericanas aún en el caso de las jóvenes traen la cultura que hace décadas existía aquí y que requiere habilidad y "oficio".