Estos días que se nos avecinan son jornadas de mucho ajetreo en las familias con hijos pequeños (y hablo desde la experiencia). Al tinglado tradicional de las fiestas y todo lo que ello implica de montar el belén, el árbol de navidad, las felicitaciones etc?se unen los engalanamientos a modo de estas fechas de colegios, guarderías y escuelas diversas. En estos lugares se suelen organizar ?los profesores- festivales, audiciones, montar obritas de teatro en las que los alumnos son protagonistas enfrentándose así a la extraña sensación de los primeros aplausos y los padres a las primeras "genialidades" de sus hijos.
Y la música suele ser reina en todas estas actividades, de una forma o de otra. En la Escuela Municipal de Música, cuya sede principal está situada en el Barrio de Garrido, han tirado la casa por la ventana y para el día 20 de diciembre subirán al "serio" escenario del CAEM un musical titulado "Un mundo en planetas", inspirado en el Principito. Servidor tiene una humilde colaboración en el montaje y la verdad es que me he quedado sorprendido en los ensayos con la dedicación, la profesionalidad y el cariño con que los profesores dirigen la laboriosa empresa de ordenar convenientemente la participación de más de doscientos niños, entre seis y doce años más o menos. La trama es una preciosa parábola sobre la vida, algunos elementos que la entorpecen y las actitudes positivas que hacen que resulte maravillosa. Orquesta, solistas muy jóvenes que apuntan maneras, un coro multitudinario?En fin, un proyecto de arduo trabajo para el profesorado que cristalizará en una jornada inolvidable para las familias, los chicos y chicas y para quienes entienden la música como un vehículo esencial de educación en valores humanos.