He escrito ya un buen número de artículos sobre la actividad de nuestras bandas de música en la ciudad y provincia desde hace tiempo. En los últimos años ha aumentado de forma considerable empujada por la excelente labor de los dos conservatorios existentes en nuestra ciudad: el Superior y el Profesional y de las escuelas municipales y privadas. Son muchos los alumnos que a día de hoy estudian música en estos centros y muchas las familias implicadas en esos estudios. La música, asignatura claramente minusvalorada de forma habitual, tiene hoy un nuevo color a ojos del ciudadano, aunque aún no se ha desprendido, y yo no se si algún día lo hará, de esa pátina de inutilidad entendida como algo eficaz para el desarrollo laboral al uso. El genio, el talento, la creatividad, la bohemia, es propio de los artistas. Ciertamente cualquier actividad humana, bien hecha, es valiosa y sumamente respetable, pero la comodidad crematística de los oficios habituales (¡madre mía en qué quimeras me estoy metiendo!) difiere sustancialmente de la imaginación, el sentimiento y los resortes emocionales que produce la música. Aquello de: "¿tú a qué te dedicas? Soy músico, señor. Bueno, pero aparte de eso, ¿qué oficio tienes, de qué vives?".
En Salamanca, seguimos sin dar cauce a todo nuestro potencial musical- Y me refiero a nuestras bandas, a las que trabajan en nuestros pueblos, a las que ensayan en la capital. La Banda Felipe Espino, la Banda de Villamayor, la Banda de Alba, Béjar, Pañaranda? ¿Por qué no hacer un Festival de Bandas en el Caem o en el Liceo?. Tenemos la materia en casa y queremos ver a nuestros músicos, a nuestras bandas y las queremos ver en los mejores marcos escénicos de nuestra ciudad. Hay talento, hay nivel, ¿por qué tanto elitismo?, ¿por qué nuestras bandas tienen que buscarse la vida sin apoyo, tocando en iglesias (que está muy bien, pero no es su sitio lógico)?, ¿por qué se les niegan los mejores auditorios?
En fin, se me acaba el espacio, pero reitero: las bandas de Salamanca necesitan un cauce más ordenado y una promoción más seria. Se lo merecen.