Los resabiados

Resabiar consiste en hacer que una persona o animal adquieran un vicio o mala costumbre o que alguien pierda su ingenuidad. Eso lo sabe sin necesidad de estudios la gente de campo. Cuando golpeas a la cabalgadura sin ton ni son, la cabalgadura se resabia, se hace imprevisible y traicionera. Si a un niño le castigas sin ton ni son se resabia, pierde su ingenuidad. Es decir, deja de confiar, deja de sentir afecto por aquellos que le rodean. Castigar sin ton ni son es privar a ese niño de afecto. Privarlo de afecto significa no alimentarlo debidamente, privarlo de instrucción, de una vivienda digna, de atención sanitaria?Con frecuencia sus padres no pueden subvenir a esas necesidades elementales o quizás se desentiendan de ellos porque, a su vez, ellos fueron desatendidos. Si, por ejemplo, Vd. ha viajado a Centroamérica le habrán comentado que la mayoría de los hechos delictivos los cometen en esos países las "maras". Algunos les dirán que los perpetran jóvenes descarriados, jóvenes que han dejado de conducir sus vidas en sintonía con las enseñanzas morales de alguna religión. No es así. Sencillamente se trata de jóvenes resabiados. Jóvenes que han tenido la mala fortuna de nacer en países donde la mitad de sus poblaciones viven en una situación de pobreza extrema. Se trata, en suma, de un problema económico y social. Si han viajado a alguno de esos países también habrán observado que nadie deja sus "carros" aparcados en la calle, habrán observado que la gente pudiente vive atrincherada en algún "condominio" con guardias de seguridad o detrás de unos muros coronados con cuchillas. En España el Gobierno anuncia emplear este tipo de cerramiento fronterizo en Ceuta y Melilla. España se defiende, Europa se defiende de tantos y tantos "bárbaros resabiados" que amenazan desde otros continentes invadirnos construyendo murallas. Sospecho que la época de las vacas gordas no va a volver en mucho tiempo. Ello quiere decir que los pocos que mucho tienen tendrán más y el resto de los mortales aún menos. De ser así, esas fronteras defensivas se achicarán en España y en Europa. De suerte, que las minorías pudientes dejarán de aparcar sus "carros" en la calle, vivirán en "condominios" con guardia de seguridad y construirán alrededor de sus casas muros coronados de puñales. En suma, los "bárbaros resabiados" ya no vendrán de afuera estarán, como quien dice, mismísimamente adentro.