Chévere engancha por completo al público con su historia de la curva en la que se mató España

Durante la tarde-noche del miércoles de Feria solo hubo un estreno: la primera representación en castellano de Curva España, un montaje de la compañía gallega Chévere, en el que da a conocer una historia que se ha ido transmitiendo de generación en generación en la comarca orensana de Verín durante casi 100 años.

Concretamente, el eje del espectáculo es un accidente de tráfico acontecido en 1927 en el cual murió José Fernández España, el ingeniero jefe de la construcción de la vía del tren que iba a unir Zamora y Ourense. La versión oficial fue que sufrió una muerte violenta producto del accidente en un día de lluvia, pero de forma popular se ha transmitido otra versión, como que alguien encargó de algún modo su asesinato para impedir la llegada del tren, de ahí el juego en el título con Curva España, ya que influyó en el desarrollo de nuestro país.

A partir de ese hilo conductor entre realidad y ficción, historia y leyenda, el montaje no sólo se centra en el accidente en la que pasó a conocerse como Curva España, sino que también reflexiona sobre la evolución del tren en esa zona y en España (se cuenta hasta la historia de la llegada del tren a los diversos países europeos), y a partir de ahí, sobre la España vaciada, o sobre la libertad de expresión.

Además de la propia historia, y de esos caminos paralelos, lo más interesante de la obra de Chévere fue su puesta en escena, en la que se entremezcla el teatro y el cine en directo, con el trasfondo de una investigación de las autoridades, que más allá de esclarecer el accidente, se centra en la actualidad en evitar que se difundan falsos rumores sobre el mismo, teniendo algún momento metateatral al hablar de la propia compañía.

El espectáculo, que se fue hasta los 100 minutos de duración, causó una grata impresión, recibiendo sus actores una larga ovación al concluir.