CIUDAD RODRIGO | Al principio hubo cierta 'timidez', pero al final muchas personas quisieron ponerse bajo las nubes de chispas
(> En los próximos días publicaremos algún vídeo más del desarrollo del correfoc)
Aunque para gustos son los colores, la Feria de Teatro llegó en la noche del viernes al espectáculo que más curiosidad había despertado por sus características: el correfoc de la compañía castellonense Scura Splats. Su montaje, titulado Theos Foc, tuvo como punto de arranque la Plaza del Castillo, concretamente las inmediaciones del Verraco.
Allí fue donde los demonios del núcleo de la Tierra, llamados por Theos para detener a los Jinetes del Apocalipsis, empezaron a soltar chispas en un espectacular correfoc que transcurrió por la calle Juan Arias, Sánchez Arjona, Velayos, Colegios y San Juan para culminar con la gran traca final en la Puerta de Santiago.
A lo largo del trayecto por esas calles, hubo varias paradas, donde los demonios cogieron otras maquinarias para soltar más chispas aún, todo ello con un ritmo espectacular. Asimismo, hubo un vehículo, del que por supuesto salió de forma continua pirotecnia, que fue 'guiando' el correfoc (que contó con la supervisión de los Bomberos).
En el arranque en la Plaza del Castillo, el público se mostró algo 'tímido', costando que se acercase a los demonios, pero poco a poco se fueron animando y en el tramo final unos cuantos mirobrigenses de todas las edades quisieron probar la sensación de estar bajo una nube de chispas.
Curiosamente, pese a que desde la organización se había recomendado el uso de ropa vaquera y gorra a todos los que se acercasen (ya que los demonios se iban moviendo entre el público), muchos de los espectadores carecían de estos elementos ?sí que lo llevaba por ejemplo el personal de la Feria que iba controlando el pasacalles-, lo que no les desanimó para ponerse bajo esas nubes de chispas.
Aunque no hubo excesivos problemas, al menos dos personas sufrieron pequeñas 'quemaduras' producto de las chispas por carecer de protección. Como decíamos, el correfoc tuvo su traca final en la Puerta de Santiago, donde se había habilitado un espacio cerrado desde el cual se lanzaron incluso al cielo fuegos artificiales.