Un rebaño de ovejas de raza assaf sufre un ataque de lobo a escasos metros del casco urbano, suceso que confirmarán mañana miércoles los agentes de Medio Ambiente de la Junta
La comarca de Vitigudino ha registrado este martes un nuevo ataque de lobo, una amenaza que se ha vuelto una constante para los ganaderos de la zona. En esta ocasión, el damnificado ha sido un ganadero de Trabanca, cuyo rebaño de ovejas de raza assaf ha sufrido las consecuencias de la incursión del cánido durante la pasada noche. El balance ha sido de dos ovejas muertas y otras cuatro heridas en una parcela situada en las inmediaciones del casco urbano.
El ganadero ha descubierto el suceso por la mañana, cuando se ha percatado de que varias de sus ovejas presentaban mordeduras. En un primer momento, la esperanza se mezclaba con la preocupación. “Pensé que no había matado ninguna, hasta que vi muchas carroñeras y llegué a un rincón y vi los esqueletos de dos, ya comidas por los buitres”, ha relatado a este diario. La escena, según ha descrito, revelaba la estrategia del depredador: “Se ve que esas dos han salido corriendo allá solas y las arrinconó allí en un rincón al fondo de la parcela, y ahí las ha trincado las dos juntas”.
Aunque la certificación oficial por parte de los agentes de Medio Ambiente no se producirá hasta mañana miércoles, José Mari no alberga ninguna duda sobre la autoría del ataque. No es la primera vez que se enfrenta a una situación así, aunque ha matizado que “este año es el primero que tengo”. La evidencia, para él, es clara. En el lugar del ataque ha encontrado pelos en un alambre que delataban al animal. “Y los pelos eran así del tipo del lobo”, ha afirmado con rotundidad.
Las cuatro ovejas que han sobrevivido al ataque están siendo tratadas para evitar que las heridas se infecten y acaben con su vida. “Las inyecté enseguida, le pusimos unas inyecciones que me dio el veterinario, oye, pues han mejorado, comen, hacen por comer”, ha explicado el ganadero, que se muestra optimista sobre su recuperación. La naturaleza de las lesiones ha llamado su atención.
“No tienen desgarros, les ha hincado los colmillos, por eso me han dicho que probablemente es un lobo nuevo”, ha señalado. Esta teoría apunta a un ejemplar joven que ya podría estar detrás de otros ataques recientes en la zona, “y posiblemente algún ternero, que también se han echado en falta” en parcelas de municipios cercanos como Carrasco, Sanchón de la Ribera y Cabeza de Framontanos.
La astucia del depredador es uno de los factores que más inquieta al ganadero. El ataque no se ha producido en un paraje aislado, sino a escasa distancia de las casas. “Lo que más me llama la atención es que ha sido al lado del pueblo, por lo que no sabe uno qué hacer más que encerrarlas por la noche aunque estén a la puerta de casa”, ha lamentado José Mari.
El miedo a que el lobo regrese es palpable. El ganadero ha decidido tomar precauciones extremas, consciente del comportamiento del animal. “Él a lo mejor hoy no viene, pero viene otra vez mañana o pasado. Hoy no vuelve, te digo yo que las dejo otra vez allí y no vuelve, pero mañana viene, mañana seguro que sí venía”, ha reflexionado. Por ello, ha asegurado que no dejará a sus animales fuera, “vamos, no las dejo ni aquí al lado de la nave”.
Este suceso en Trabanca no es un hecho aislado. Se suma a una creciente lista de ataques que han puesto en jaque al sector ganadero de la comarca. Este mismo martes, otro profesional de Bogajo ha denunciado hechos similares. La semana pasada, este diario ya informó de un ataque en Majuges, denunciado por una ganadera de Vitigudino, y de otro en Iruelos. La situación se agrava con casos como el de Fabián, otro ganadero de Trabanca que hace aproximadamente un mes sufrió un ataque que se saldó con 16 animales afectados entre muertos y heridos, un suceso que también ocurrió muy cerca del pueblo.
La presencia del lobo, cada vez más cercana a los núcleos urbanos, ha generado un clima de indefensión y preocupación entre los ganaderos, que ven cómo su medio de vida está constantemente amenazado y reclaman medidas más eficaces para proteger a sus rebaños de un depredador que parece haber perdido el miedo al ser humano.