Se llevó a cabo en el área de descanso de San Giraldo en la A/62 sentido Salamanca el domingo en la mañana
A primera hora del domingo, cuando la luz comenzaba apenas a insinuarse sobre la meseta, la CMDA de la Comandancia de la Guardia Civil de Salamanca y la Policía de Tránsito portuguesa desplegaron un operativo conjunto destinado a reforzar el control del tránsito transfronterizo de armas de fuego y garantizar la seguridad ciudadana.
El dispositivo, que reunió a más de una treinta agentes de ambos países, se instaló en el área de descanso de Valdecarpinteros, en el punto kilométrico 313 de la A-62, en sentido norte. Allí, a pie de carretera, los agentes procedieron a la inspección sistemática de vehículos y a la verificación de la documentación relativa a la tenencia y al transporte de armas.
A lo largo de la mañana fueron interceptados varios vehículos cuyos ocupantes portaban escopetas de caza. Tras comprobar la legalidad de las armas, la vigencia de las licencias y la correcta custodia durante el traslado, los cazadores pudieron continuar su camino hacia los cotos donde pensaban practicar su actividad deportiva.
El control permitió asimismo intervenir tres navajas que excedían las medidas reglamentarias —superaban los cinco centímetros de hoja permitidos para su porte legal— y un puñal cuya longitud sí se ajustaba a la normativa (menos de once centímetros), pero que fue igualmente requisado al no poder su portador acreditar su supuesta actividad cinegética.
En paralelo, agentes del Seprona verificaron la documentación de los perros de caza, el adecuado transporte de los animales y su estado físico, mientras que funcionarios de Tráfico realizaban controles de alcoholemia, drogas y documentación, apoyados por un perro adiestrado en la detección de sustancias estupefacientes.
Según explicó el capitán responsable del operativo internacional, la cooperación con los cuerpos policiales portugueses resulta esencial para compartir información sobre la tenencia y el transporte de armas. Recordó, además, que la normativa difiere en ciertos aspectos a ambos lados de la frontera, por lo que este intercambio permite actuar con mayor precisión cuando un ciudadano portugués circula por territorio español con un arma que, aun siendo legal en su país, debe ajustarse a los estándares europeos y a la regulación española.
Operativos de esta naturaleza, habituales especialmente durante la temporada de caza, constituyen —subrayó— una herramienta indispensable para la seguridad ciudadana y también para la de los propios usuarios de armas de fuego, pues un transporte inadecuado puede entrañar riesgos evitables.