España y Portugal han iniciado los estudios de viabilidad para una nueva línea de alta velocidad que conectaría las dos ciudades a través de Tras os Montes y Castilla y León
El proyecto para una nueva conexión de alta velocidad entre Oporto y Madrid a través de la región portuguesa de Tras os Montes y de Castilla y León ha dado un paso más. La firma de un protocolo en Bragança el pasado 23 de julio, que contó con la presencia del ministro de Infraestructuras luso, Miguel Pinto Luz, y representantes regionales de ambos países, marca el inicio oficial de los estudios de viabilidad económica para este corredor estratégico.
Además de alcaldes de municipios trasmontanos y del alcalde de Zamora, Francisco Guarido, uno de los decisivos impulsores de la iniciativa ha sido la Associação Vale d'Ouro, una asociación portuguesa defensora de la región del Douro, que presentó en 2021 una propuesta técnica detallada en el marco del debate del Plan Ferroviario Nacional (PFN) de Portugal.
El estudio, desarrollado de forma altruista por cuatro especialistas, demostró la viabilidad del trazado y recuperó la esperanza en una conexión ferroviaria para esta región del nordeste portugués. Con el apoyo de entidades locales y regionales, como la Comunidade Intermunicipal Terras de Tras os Montes (CIMTT), la propuesta maduró hasta recibir el respaldo político del primer ministro portugués, Luís Montenegro, en la última cumbre ibérica.
La alta velocidad al norte del Douro portugués conectaría en la frontera española con la alta velocidad Madrid-Galicia.
El estudio de viabilidad que ahora se inicia deberá examinar y comparar dos alternativas principales, cuya diferencia fundamental radica en la velocidad y el tiempo de viaje, factores que pueden suponer hasta el 90% de los beneficios económicos del proyecto.
Por un lado, el escenario contemplado en el PFN portugués actual propone una línea con velocidades de 160 km/h, que partiría de Caíde (a 40 minutos de Oporto), lo que haría inviable la conexión con el aeropuerto y limitaría la frecuencia de trenes. Esta opción es considerada insuficiente por los impulsores del proyecto.
Frente a ello, la Associação Vale d'Ouro defiende un corredor diseñado para velocidades de 250 km/h, que partiría directamente del Aeropuerto Francisco Sá Carneiro de Oporto. Este trazado permitiría reducir el tiempo de viaje entre Oporto y Madrid a 2 horas y 45 minutos para el tráfico mixto de pasajeros y mercancías y a 2 horas y 20 minutos para el transporte de pasajeros, siempre según los creadores del proyecto.
Sus partidarios argumentan que el coste de inversión no sería muy superior, ya que el principal condicionante es el perfil montañoso del terreno y no la velocidad del trazado.
Esta unión ferroviaria entre Oporto y Madrid a través de Zamora ha sido, obviamente, apoyada por el consistorio zamorano, que en julio de 2023 aprobó en un pleno del ayuntamiento esta propuesta técnica por unanimidad. El documento, firmado por todos los grupos políticos, fue posteriormente enviado a la Junta de Castilla y León y al Gobierno de España.
En él, se alude al efecto “cohesionador de carácter ibérico” tan abogado por Europa para las zonas fronterizas, así como en la consecución de los objetivos de neutralidad carbónica sustentados en el ferrocarril como medio de transporte preferente sobre el transporte por carretera.
Además, en el mismo documento se recuerdan las ciudades y pueblos mayores que conectaría, como Amarante, Vila Real, Mirandela, Macedo de Cavaleiros, Bragança y la propia Zamora. La localidad zamorana de Alcañices quedaría a pocos kilómetros de la parada del tren prevista en Terras de Miranda.
Por todo ello, el estudio de la Associação Vale d'Ouro destaca las altas probabilidades de que la conexión norteña fuese financiada en un alto porcentaje por Europa.
El análisis comparativo de ambos escenarios será, por tanto, esencial para tomar una decisión informada que beneficie la cohesión territorial de la región transfronteriza y la conexión entre el norte de Portugal y Castilla y León.
Independientemente de este proyecto, está ya sobre el papel, y en principio de forma prioritaria, la unión ferroviaria de Aveiro con Salamanca, apoyada, entre otros, por la administración de los puertos del norte de Portugal, asentada en el puerto seco de Guarda y en el de Salamanca.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, firmó el pasado mes de abril en Guarda una Declaración Regional Conjunta para el desarrollo del transporte ferroviario del Corredor Atlántico Europeo en el tramo ibérico. El documento también fue rubricado por los alcaldes de Ciudad Rodrigo, Guarda, Almeida, Aveiro, Castelo Branco, Coímbra y Viseu; y los presidentes de las comunidades intermunicipales de Aveiro, Beira Baixa, la región de Coímbra, la región de Leiria, Viseu Dão-Lafões y Beiras y Serra da Estrela.
El pasado 9 de julio se ha iniciado la primera fase de las obras del puerto seco de Guarda, localizado en el terminal ferroviario de la ciudad portuguesa, contando con la presencia de João Neves, presidente de la Administración de los Puertos del Douro, Leixões y Viana do Castelo (APDL).
Esta primera parte tiene una inversión de 4 millones de euros y un plazo de ejecución de 9 meses, por lo que “a mediados de 2026 contamos con tener aquí los primeros trenes con destino a los puertos de Leixões, Aveiro y otros mercados”, dijo João Neves en esa jornada.
Sin embargo, la Linha da Beira Alta portuguesa, que es la que daría servicio a este puerto seco y llegaría hasta la frontera salmantina de Fuentes de Oñoro, está cerrada por obras de modernización hace más de tres años. Se espera su reapertura total antes de que termine el año (de momento, sólo abierta en algunos tramos), pero esta obra ha sufrido recurrentes atrasos, se dijo que cerraba para nueve meses y lleva en obras más de tres años.
Tras la aprobación por unanimidad en el Parlamento portugués de la reapertura de los últimos 28 kilómetros de la Linha do Douro (hasta la localidad fronteriza de Barca d´Alva) en marzo de 2021, la realización de los estudios de viabilidad pertinentes ofrecieron un resultado positivo para acometer la obra, tanto medioambientales, como técnicos y económicos, por lo que se abrió la fase de concurso para la ejecución de la obra.
Pero ahora, el actual ministro de Infraestructura, Miguel Pinto Luz, ha dicho que habrá que analizar aún más esta inversión, echando un jarro de agua fría sobre la población duriense del lado portugués y español, que contaba con que fuese a ser una realidad, en un futuro más o menos próximo o más o menos lejano, pero sin vuelta atrás y sin más estudios cuando están todos realizados.