El grupo de teatro Lazarillo de Tormes ofrecía esta representación patrocinada por la Diputación de Salamanca en la iglesia parroquial de San Marcos
La iglesia San Marcos de Cerezal de Peñahorcada se llenó ayer de colorido, sorpresas y luz, con la visita del grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes', que ya en su función 281 de la obra Buscando a Nebrija, agasajó a los habitantes del pueblo y visitantes que, a pesar del mucho calor, se conmovieron, rieron y conectaron totalmente con las actrices, actores y músicos que les invitaron a un viaje por la vida y obra de Nebrija, como si se hubiera abierto una puerta al pasado para contemplar la historia desde muy de cerca.
Con una profesionalidad impactante dicha compañía teatral se acerca a cada pueblo de la Salamanca rural, y no le teme ni al calor, ni a las horas de viaje y mucho menos a las condiciones de cada iglesia a la que se acerca desde Salamanca para derramar su arte desde lo que ofrezca cada día, cada pueblo, pues su mayor motivación va de la mano de la iniciativa del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca, el escritor y director Denis Rafter y la producción de Javier de Prado, que es llevar el teatro a los pueblos de Salamanca, y regalarles cada actuación como si fuera la primera vez, porque no pierden la frescura y el disfrute en escena, con que conquistan los corazones.
A la complicidad del Ayuntamiento cerezaleño y a la parroquia del lugar, se sumaron las ganas de disfrutar de un público implicado que, una vez más, demuestra que el teatro en el medio rural es muy importante y que es un derecho no solo reservado a las ciudades.
La ovación final y las felicitaciones acabaron de redondear esta afirmación.