Se ajustan los pagos a los precios de mercado en relación con el daño emergente, pero completando estas indemnizaciones con otros conceptos, como son el pago del lucro cesante, de los costes asociados a la explotación derivados del daño, así como otros gastos veterinarios producidos en animales heridos
El Boletín Oficial de Castilla y León publica este viernes la Orden de 12 de abril de 2023 de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio por la que se regulan los pagos compensatorios derivados de los daños producidos por el lobo en las explotaciones ganaderas de Castilla y León.
Esta nueva regulación, que actualiza el régimen normativo para la indemnización de los daños por lobo en Castilla y León, tiene como principal novedad la inclusión en el régimen de pagos compensatorios los daños producidos por el lobo al norte del río Duero, y no sólo al sur del mismo como hasta ahora, y además, al norte lo hace con carácter retroactivo para los daños producidos desde el momento de la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial (LESPRE) por la Orden TED/980/2021 aprobada por el Gobierno de España, que entró en vigor el 21 de septiembre de 2021.
Por otro lado, el actual contexto económico, con incrementos en los precios de la energía, en las materias primas y en el precio de los productos alimenticios, requiere de un esfuerzo por parte de las administraciones para actualizar los baremos de las indemnizaciones de un sector prioritario en Castilla y León como es el ganadero, también pilar para la lucha contra la despoblación, ajustándose los pagos a los precios de mercado en relación con el daño emergente, pero completando estas indemnizaciones con otros conceptos, como son el pago del lucro cesante, de los costes asociados a la explotación derivados del daño, así como otros gastos veterinarios producidos en animales heridos. Además, se incluye una bonificación del 10 % para los supuestos en que se hayan adoptado medidas preventivas por el titular del ganado.
Principales aspectos de la nueva regulación, que actualiza los baremos e incrementa los pagos
La regulación aprobada por la Junta de Castilla y León describe de forma exhaustiva los valores de los pagos compensatorios, quedando desglosados en su anexo II, los cuales se definen como daño emergente, lucro cesante, gastos variables (veterinarios, medicamentos y eutanasia), así como bonificación por el establecimiento de medidas preventivas.
Dentro de los valores del daño emergente, se desglosa, por un lado, el valor intrínseco del animal, entendido como valor real, a precio de mercado, de los animales atacados. Para valorar los animales por su condición (edad, sexo, aptitud, raza) en el momento del ataque se ha procedido a actualizar los baremos en base a los precios de cotización en lonjas y mercados de ganado donde existe compraventa de animales de similares características a los atacados.
Por otro lado, como daño emergente se incluyen los gastos fijos asociados a la gestión del siniestro, como búsqueda del animal, comunicación del daño a las autoridades competentes, notificaciones a la consejería competente en materia de ganadería y reclamaciones del siniestro a los efectos del pago compensatorio.
En cuanto al lucro cesante, la orden describe conceptualmente este baremo, así como los conceptos incluidos en su valoración. Éstos se componen de la pérdida de subvenciones futuras asociadas a la Política Agraria Comunitaria (PAC) y a la prima de la intervención territorial indicada en el Plan Estratégico de la PAC, en caso de haber formalizado un contrato agroambiental de razas en peligro de extinción y la pérdida de rendimientos futuros asociados a la disminución de la fertilidad del rebaño y a la disminución de la producción intrínseca a la aptitud productiva de la explotación (láctea, cárnica y/o de lidia), así como por su valor genético.
En lo que respecta a los gastos variables, la nueva normativa incluye la indemnización por gastos veterinarios, medicamentos y eutanasia sobre animales heridos.
Por último, la Orden establece una bonificación del 10% para aquellos titulares de explotaciones ganaderas extensivas o semiextensivas en las zonas de presencia de lobo que adopten medidas preventivas y de autoprotección efectivas al objeto de minimizar los daños en la cabaña ganadera por ataques de lobo.
En concreto, alguna de las cuestiones relevantes de este nuevo marco regulador son las siguientes:
Siniestros al norte del río Duero
Los ataques sufridos la norte del río Duero desde la entrada en vigor de la normativa estatal por la que se incluyó al lobo en el LESPRE, el 21 de septiembre de 2021, hasta la publicación de esta orden, se abonarán conforme los baremos definidos en la ORDEN FYM/147/2019, de 21 de febrero, por la que se modifica la Orden FYM/461/2016, de 26 de mayo, relativa a los pagos compensatorios derivados de los daños producidos por el lobo en las explotaciones ganaderas.
Estos siniestros, siempre que cuenten con la correspondiente comunicación e informe de daños, deberán presentarse conforme la correspondiente solicitud en el plazo de un mes desde la entrada en vigor de la nueva Orden.
Siniestros al sur del río Duero con anterioridad a la nueva regulación
Los ataques sufridos al sur del río Duero con anterioridad a la entrada en vigor de esta nueva regulación se regirán por lo dispuesto en la ORDEN FYM/147/2019, de 21 de febrero, por la que se modifica la Orden FYM/461/2016, de 26 de mayo, relativa a los pagos compensatorios derivados de los daños producidos por el lobo en las explotaciones ganaderas.