Este año no habrá controles de acceso al recinto amurallado como sí ocurrió el año pasado por la pandemia
Continuando con la preparación del Carnaval del Toro 2023, en la mañana del jueves tuvo lugar la habitual reunión de la Junta Local de Seguridad Ciudadana, que abarca a todos los entes que tienen algo que ver con la organización, seguridad y control del evento, como Policía Local, Guardia Civil, Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil o los efectivos sanitarios del Centro de Salud, todo ello presidido por el Ayuntamiento a través del alcalde Marcos Iglesias y la Subdelegación del Gobierno a través de la subdelegada, Encarnación Pérez.
La reunión, a la que también asistieron los portavoces de los grupos políticos del Consistorio mirobrigense, se desarrolló en el salón de plenos, durando alrededor de una hora. A su conclusión, se ofreció una rueda de prensa, que este año dejó escasos titulares (el principal es uno ‘no carnavalero’, relativo a una próxima intervención en la muralla, que pueden encontrar en una información independiente).
Lo más novedoso que se desveló en torno al Carnaval 2023 es que ya han solicitado autorización para acudir un total de 98 autobuses, 18 de ellos procedentes de Sevilla (también llegarán desde Valladolid, Madrid, y sobre todo desde Salamanca). Según señaló el jefe de la Policía Local, Narciso Caridad, a día de hoy “es una incógnita” el número total que vendrá, aunque se trabaja con las cifras del año pasado, cuando 114 autobuses solicitaron autorización (que permite circular por Ciudad Rodrigo), aunque en total llegaron unos 150.
Los autobuses que estacionen (otros irán y vendrán haciendo viajes) lo harán en el Polígono de Los Chabarcones, y en caso de que éste se sature, serán enviados al Polígono de Las Viñas. Respecto a estos autobuses que están solicitando autorización, se les va a pedir colaboración, según apuntó Marcos Iglesias, para que alerten durante el viaje sobre los “puntos de riesgo” que hay en Ciudad Rodrigo, en especial sobre la muralla, para evitar caídas.
En torno a este asunto, está previsto volver a colocar la señalización propia del Ayuntamiento, y además el Ministerio ha enviado una propuesta para reforzarla. En todo caso, tanto Marcos Iglesias como Encarnación Pérez hicieron un llamamiento a la “responsabilidad”, especialmente a la hora de consumir sustancias, para evitar problemas posteriores desde esa muralla.
Otra de las noticias que dejó la rueda de prensa de la mañana del jueves es que se confirmó que este año no habrá controles de acceso al recinto amurallado como ocurrió el año pasado durante el fin de semana por parte de agentes de seguridad privada, ya que según se apuntó, fue una medida especial al hilo de la pandemia del coronavirus. Sobre esto, Encarnación Pérez indicó que este año “ya empezamos a respirar con mayor profundidad y tranquilidad”.
La subdelegada también resaltó la “magnífica coordinación entre Policía Local y Guardia Civil”, mencionándose como acciones concretas el reparto de pulseras por parte de la Policía Local para facilitar la resolución de extravíos de personas, y la protección a las mujeres contra agresiones sexuales, para lo cual se va a contar con “personal femenino” de la Guardia Civil atendiendo estas situaciones, además de tener instalados Cruz Roja ‘puntos violeta’. Encarnación Pérez se congratuló de que el año pasado no hubiera ninguna agresión de este tipo.
El alcalde recordó que el dispositivo especial del Carnaval empezará la noche del Jueves de Casetas, siendo “sensibles” en las primeras horas del mismo a la dinámica de los centros de Educación Secundaria. Iglesias explicó que gracias a las incorporaciones a la plantilla de la Policía Local, este año habrá hasta 8 agentes en algún turno, todo ello en “uno de los eventos de mayor afluencia de toda Castilla y León”, en el cual “para que todo salga bien otros tienen que trabajar esos días”.