Varias mujeres y algunos niños procedían al bordado de una bolsa de tela, personalizando así este elemento común y convirtiéndolo en algo único
Las mujeres de Barruecopardo volvieron a salir a la calle para practicar una de las costumbres más sanas de las que se realizaban en el los pueblos. Gracias al programa ‘Pueblos al fresco’, de la Diputación de Salamanca, regresaba el bordado en corrillos a las puertas de las casas, en esta ocasión para bordar una bolsa de tela de manera personalizada, convirtiendo así un elemento común en algo único.
En esta actividad, que tenía lugar en la calle Escuelas, junto al Centro Social, además de mujeres también participaron varios niños, convirtiendo así ‘Pueblos al fresco’ en un buen camino hacia la igualdad de género.
El alcalde de la localidad, Jesús María Ortiz, daba las “gracias a la Diputación de Salamanca por la realización de esta actividad. La armonía y el buen hacer ha hecho que los asistentes hayan disfrutado recuperando esta sana costumbre”.