En plena sierra de Béjar se encuentra este pueblo tan bello con arquitectura popular protegida, productor de embutido ibérico y con muchas rutas de senderismo que realizar por todos sus alrededores
En plena sierra de Béjar se encuentra este pueblo tan bello con arquitectura popular protegida, productor de embutido ibérico y con muchas rutas de senderismo que realizar por todos sus alrededores.
En invierno mantiene la nieve hasta bien entrado el mes de abril. Sus calles tienen unas "regaderas" que traen permanentemente el agua de la sierra. Los voladizos de los tejados de las casas avanzan hacia la calle, produciendo el efecto de que son más estrechas.
La parte superior de estas viviendas eran los secaderos de embutidos, por lo que está población es uno de los pueblos denominados, "Pueblos sin chimeneas", pues la salida de los fuegos domésticos se llevaba a los secaderos y así protegían los productos.
La fotografía que se adjunta, posiblemente data de antes de 1916, ya que no existe aún el Parque. Los Corrales están en todo su esplendor, y los tejados carecen de chimeneas.
FOTOGRAFÍA