VILLAVIEJA DE YELTES | Antes del festejo, la Virgen de los Caballeros regresó a su ermita y fueron nombrados nuevos mayordomos Dionisio Holgado García y su hijo Borja Holgado Muñoz
Después del homenaje la noche antes a la Virgen de los Caballeros, la religiosidad y la emoción se fusionaron este jueves en las calles de Villavieja para dar vida al día grande con el ofertorio y procesión de subida de la Patrona, además del primero de los encierros, festejo complicado a la vez que emocionante y en el que se corrieron ?en primer lugar? cuatro novillos para su lidia esta tarde y en cuyo cartel se anuncia la actuación de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Antonio Grande e Iván González.
La jornada de hoy comenzaba con una misa para continuar con el ofertorio y la procesión de la Imagen de la Patrona hasta su ermita. Tras la eucaristía, la Virgen de los Caballeros salía a hombros escoltada por los cofrades para situarla junto a la Casa Consistorial, lugar donde tendría lugar el ofertorio presidido por los mayordomos, los hermanos Ángel y Antonio Montero Calzada. Ya en la ermita, ambos entregarían las varas a favor de los nuevos mayordomos y que lo serán por un año, Dionisio Holgado García y su hijo Borja Holgado Muñoz. Ambos recibían las varas de la Cofradía Virgen de los Caballeros de manos del párroco Andrés Celestino García.
Primer encierro
Finalizados los actos religiosos, la calles se tornaban en bullicio de la mano de las peñas que ya esperaban la salida del primer encierro de estas fiestas, festejo que en este primer día se celebra al estilo tradicional, totalmente diferente al que tendrá lugar el próximo sábado, pues éste se correrá con caballos desde una finca situada a varios kilómetros del casco urbano.El encierro estaba anunciado a las 13 horas y apenas unos minutos después la manada de Herederos de Francisco Galache Cobaleda irrumpía en las calles guiada por dos mansos, aunque con más sangre brava que berrenda, lo que no dificultaría en exceso su entrada en los chiqueros tras un complicado paso por las calles con voltereta incluida.
A escasos metros de los corrales de suelta uno de los novillos se quedó descolgado del resto de la manada para infortunio de un aficionado que se encontraba apostado en las vallas, junto a la esquina de la residencia municipal de mayores. Tras saltar a la calle al ver pasar al grueso de la manada, el aficionado no se percató de la presencia por detrás del eral que se había quedado rezagado. El astado no hizo por él, se encontraba en su camino y lo atropelló, lo que tuvo como consecuencia una fuerte voltereta y la consecuente conmoción para el aficionado, aunque no sufrió herida por asta. Tras ser atendido por los servicios médicos del festejo y recuperado del fuerte golpe, no fue necesario su traslado al hospital.
Así, la manada seguía camino de la plaza a gran velocidad y en la zona del Ayuntamiento uno de los novillos hizo por un corredor que no pudo alcanzar, pero ante la rapidez del lance no pudo frenar a tiempo frente al chaflán de la vivienda que divide la calle Virgen de los Caballeros, lo que tuvo como consecuencia que el novillo sufriese un fuerte encontronazo contra la fachada.
Ese mismo novillo atendería más adelante los cites de los aficionados en la zona del atrio de la iglesia, y lo que suele ser habitual en el encierro de lidia, lo fue en esta ocasión. El eral arremetió en varias ocasiones hasta la llegada del novillo rezagado que junto a uno de los mansos volvían sobre sus pasos para disfrute del personal. Finalmente, tras un buen trabajo de los corredores el encierro quedaba al completo en los corrales de la plaza, aunque con uno de los novillos viviblemente cansado, por lo que posiblemente podría ser sustituido para la novillada, según informó el alcalde de la localidad Jorge Rodríguez.
Tras este encierro se soltaron dos novillos más de la misma ganadería para disfrute de los aficionados, por lo que se corrían sin mansos. El primero se empleó en exceso, tanto que fue imposible llevarlo a la plaza a la carrera, y se requirió de la soga para introducirlo en los corrales. El segundo novillo se prodigó menos en las calles y su entrada en el coso resultó sin incidentes propios del festejo.
Concluido el festejo matinal, esta tarde se celebrará la novillada prevista y en cuyo cartel están anunciados los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Antonio Grande e Iván González. Tras la lidia de los cuatro astados, las calles se volverán a vestir de toro en el desencierro de los novillos que protagonizaron el segundo de los encierros de la mañana, evento al que seguirá, llegada la medianoche, una verbena amenizada por la orquesta Impacto.
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