CIUDAD RODRIGO | Su intervención en el Teatro Nuevo contó con un globo terráqueo
(> El pregón íntegro de Denis Rafter se puede leer aquí: http://salamancartvaldia.es/not/171919/pregon-integro-denis-rafter/).
La intensa tarde del Viernes de Carnaval concluyó con el Pregón Mayor en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal a cargo de Denis Rafter, quién quiso mostrar en su intervención ?profunda y con toques divertidos a partes iguales- "la pasión que tengo por Ciudad Rodrigo", donde relató que había tenido "el mérito de haber practicado una parte importante de mi talento como artista, actor, cuenta cuentos, escritor y director de teatro".
Según explicó, Miróbriga le inspira y le ha nutrido las semillas de la creatividad, recordando trabajos como Bienvenidos a la Realidad o Teresa, la Jardinera de la Luz. En definitiva, "esta ciudad ha sido mi musa, sus calles mi camino hacia un laberinto de ideas creativas". En este punto recordó la primera obra que presentó en Ciudad Rodrigo, "tal vez una premonición de esta noche: La Leyenda del Toro de Colley, que cuenta la historia de una guerra civil en la mitología de Irlanda, una guerra por causa de un toro, por celos y envidia entre un rey y una reina".
Posteriormente, habló del Carnaval, considerando que es una mezcla de "nuestras ganas de ser algo locos durante unos días, usando nuestra imaginación para convertirnos en otros personajes, demostrando nuestro amor a la vida y todo con una creatividad espectacular, divertida y poética".
Tras alabar de nuevo Ciudad Rodrigo como "una micro versión del mundo y del ser humano", señaló que los recuerdos artísticos y humanos con los que más ha disfrutado ha sido con los niños en la Plazuela del Buen Alcalde, dentro del Divierteatro, teniendo palabras de agradecimiento para Miriam Hernández y Manuel González, así como para todo el equipo del Divierteatro, y a "nuestra querida Rosa García Cano, figura histórica en el mundo artístico de Ciudad Rodrigo y España; la persona que me trajo aquí por primera vez como artista".
En torno a Rosa García Cano, señaló que le hace ilusión pensar que "Rosa está en el Cielo dedicando también todo su talento para dirigir una Feria de Teatro por todos los espacios disponibles en el Paraíso. Y San Pedro es su técnico de luces y San Patricio el Programador".
A continuación, dedicó un poema a los "millones de los niños del mundo que cada día sufren por causa de las guerras, el hambre, la falta de educación y los abusos de todo tipo", añadiendo que "el mundo sigue confundido y después de miles de años el ser humano todavía no tiene claro que la existencia y continuación de nosotros como especie depende de la supervivencia de todos y no solamente de los más fuertes", apuntando que estamos "en la edad de la Ansiedad".
Así, Denis Rafter cree que los humanos no están preparados para encontrarse con otros mundos o con otros seres: "hay otro mundo más importante que debemos descubrir primero, nuestro propio cerebro, esa es la nueva frontera".
En todo caso, si algún día se llega a otro planeta donde pregunten cómo es la tierra (en ese momento bajó un globo terráqueo), se podría explicar que "en un pueblo de 12.896 habitantes llamado Ciudad Rodrigo, todo el mundo ancianos, madres, padres, jóvenes y niños, se divierten con sus preciosas vidas con alegría, amor, elogiando y saludando entre todos el gran regalo y realidad de la existencia en un mundo lleno de belleza de cosechas del fruto de la tierra".
Sobre la pregunta que vendría a continuación de por qué eso no ocurre en todos los sitios y todos los días, indicó que "no sé cómo contestar", porque además, "los seres humanos estamos poco a poco destruyendo nuestra Tierra". Como cierre más alegre y optimista, el pregón concluyó con la interpretación de la canción What a Wonderful World de Louis Armstrong.
Reportaje gráfico: Adrián Martín