La organización denuncia la subida de costes, la burocracia y la competencia desleal que supondría el acuerdo con Mercosur, exigiendo una PAC fuerte para garantizar el futuro del medio rural
El sector agrario salmantino reactivará las protestas con el inicio del nuevo año. ASAJA Salamanca ha advertido este lunes que agricultores y ganaderos "no pueden seguir soportando la falta de decisiones políticas claras y eficaces". Ante lo que califican como una ausencia de soluciones por parte de las administraciones, la organización ha confirmado que el campo volverá a movilizarse a comienzos de 2026.
La entidad describe la situación actual del campo charro como "especialmente complicada". Los profesionales del sector se enfrentan a una tormenta perfecta marcada por el aumento de los costes de producción, una alarmante pérdida de rentabilidad y una creciente inseguridad jurídica. A estos factores internos se suman decisiones comerciales internacionales que, según la organización, sitúan a los productores europeos en una clara situación de desventaja.
Desde la organización agraria subrayan que, si no se implementan medidas efectivas que protejan la producción local y garanticen la competitividad, será imposible mantener la viabilidad de las explotaciones y asegurar el futuro del medio rural en la provincia.
Uno de los puntos críticos que motivan estas nuevas movilizaciones es la política comercial de la Unión Europea. ASAJA Salamanca ha mostrado su "profunda preocupación" por los acuerdos con terceros países, señalando específicamente el tratado entre la Unión Europea y Mercosur.
Según la organización, este acuerdo representa una amenaza directa para sectores estratégicos de la economía salmantina, como son el vacuno de carne, los cereales o el azúcar. La denuncia se centra en la imposibilidad de competir en igualdad de condiciones: los productos importados no están sujetos a las mismas exigencias sanitarias, medioambientales y laborales que sí deben cumplir obligatoriamente los agricultores y ganaderos europeos.
La entidad reclama un comercio "justo y transparente" que proteja las normas de producción comunitarias y evite la entrada de productos que provocan una competencia desleal y hunden los precios en origen.
La financiación europea es otro de los ejes centrales de las reivindicaciones. ASAJA insiste en la necesidad de diseñar una Política Agraria Común (PAC) fuerte y bien financiada más allá del horizonte de 2027. Para ello, solicitan un Marco Financiero Plurianual que respalde realmente la competitividad y el crecimiento del sector.
La postura de la organización es tajante al respecto: "Sin presupuesto suficiente, no hay PAC, y sin PAC no hay futuro para el medio rural", han subrayado en su comunicado.
Junto a los problemas económicos y comerciales, la carga administrativa se señala como otro de los grandes lastres para el campo. La organización exige una simplificación real de los trámites, una mejor regulación y mayor seguridad jurídica.
ASAJA Salamanca denuncia que la "excesiva burocracia" y los continuos cambios en la normativa están "asfixiando a las explotaciones", restando tiempo y recursos valiosos a los profesionales del campo. El mensaje final de la organización hacia las administraciones es directo: "El campo necesita hechos, no más promesas. Agricultores y ganaderos están cansados de asumir las consecuencias de decisiones políticas y comerciales que no tienen en cuenta la realidad del territorio".