La villa medieval ha acogido este sábado una nueva representación incluida en el circuito provincial de belenes animados de la Diputación de Salamanca. La recreación ha contado con oficios tradicionales, degustaciones y la música del grupo El Charaíz Redondo
El espíritu navideño ha tomado este sábado la villa de San Felices de los Gallegos. La histórica plaza de la Alhóndiga se ha transformado en un escenario bíblico para acoger la celebración de un belén viviente, un evento que forma parte del circuito de belenes animados promovido por la Diputación de Salamanca para dinamizar la cultura en la provincia durante estas fechas.
La cita ha congregado a un gran número de personas en el corazón de la villa medieval. A los vecinos que residen todo el año en el municipio se han sumado numerosos familiares y allegados que, repartidos por otros lugares de la geografía, regresan estos días al pueblo para disfrutar de las fiestas navideñas en compañía de sus seres queridos.
La recreación ha destacado por la variedad de escenas y la implicación de los vecinos. Junto al portal, donde aguardaban el Niño, la Virgen y San José, no han faltado las figuras de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, así como la representación del rey Herodes acompañado por su guardia.
El montaje ha permitido a los asistentes realizar un recorrido por diversos oficios y estampas costumbristas. La plaza se ha llenado de vida con la presencia de lavanderas, zapateros e hilanderas, además de recreaciones de una quesería, una panadería y una alfarería. La oferta se ha completado con puestos gastronómicos que han ofrecido castañas asadas y rosquillas para la degustación del público asistente.
Uno de los puntos neurálgicos de la celebración ha sido la gran lumbre situada en el centro del belén. El fuego no solo ha servido para mitigar el frío de la tarde de diciembre, sino que ha sido el lugar donde varias mujeres han elaborado chocolate caliente, que posteriormente se ha repartido acompañado de bizcochos entre todos los presentes.
El ambiente festivo se ha visto reforzado por la ilusión de los más pequeños, muchos de ellos ataviados con trajes de la época, quienes han protagonizado momentos de ternura al interactuar con un pequeño corderillo, otro de los protagonistas de la tarde. La nota musical de la jornada la ha puesto el grupo El Charaíz Redondo, encargado de interpretar un repertorio de villancicos tradicionales que ha amenizado la velada.