La ceremonia, presidida por el obispo José Luis Retana, se retransmitirá en directo por YouTube; el cierre llega tras un año con más de 1.500 peregrinos y diversas actividades pastorales
La Diócesis de Salamanca pondrá el broche final al Jubileo ordinario 2025, celebrado bajo el lema "Peregrinos de esperanza", este domingo, 28 de diciembre. Coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Sagrada Familia, la Catedral Nueva acogerá a las 18:00 horas una eucaristía solemne que servirá como clausura diocesana de este Año Santo.
La celebración estará presidida por el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, y contará con la participación del Coro diocesano. Uno de los aspectos más destacados de la liturgia será su carácter inclusivo. Para facilitar la plena participación de las personas con discapacidad auditiva, la ceremonia dispondrá de una intérprete de lengua de signos y se ha habilitado un espacio reservado específicamente frente al presbiterio.
Asimismo, se han instalado pantallas en el interior del templo para facilitar el seguimiento de la liturgia. Aquellas personas que no puedan asistir presencialmente, como las comunidades de vida contemplativa o los residentes en centros de mayores, podrán unirse a la celebración a través de la retransmisión en directo por el canal de YouTube de la Diócesis.
El vicario de pastoral, Andrés González Buenadicha, ha hecho un llamamiento a toda la comunidad diocesana —desde parroquias y hermandades hasta movimientos y vida consagrada— para participar en este acto. La eucaristía se concibe como una acción de gracias por el camino recorrido y un signo de comunión con la Iglesia universal.
"Será un sí renovado a seguir creyendo y esperando", ha señalado el vicario, recordando que la esperanza cristiana tiene un rostro concreto en Jesucristo, quien "sigue sembrando futuro en medio de nuestro mundo".
El cierre del Jubileo llega tras un año intenso de actividad pastoral que comenzó con la peregrinación inaugural el 29 de diciembre de 2024. Según el balance realizado por la Diócesis, este tiempo no ha sido una mera sucesión de actos, sino un camino compartido de renovación. Entre los hitos principales destacan:
"El Jubileo ha sido una oportunidad para redescubrir y cantar la esperanza, una esperanza con rostro concreto: Jesucristo, el que nos pone en pie a pesar del cansancio, las dudas, los pecados o los agobios", ha afirmado González Buenadicha.
Aunque la clausura en las diócesis tiene lugar este domingo, el Año Santo concluirá definitivamente para la Iglesia universal el próximo 6 de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor. Ese día, el papa León XIV presidirá el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en Roma.
La mirada de la Iglesia ya empieza a dirigirse hacia el próximo gran hito: el año 2033, cuando la Puerta Santa volverá a abrirse para celebrar el Año Santo Extraordinario de la Redención, conmemorando los dos mil años de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Para la Iglesia de Salamanca, este domingo no marca un final, sino un envío. El objetivo, según el vicario de pastoral, es "salir de las burbujas comunitarias, pisar baldosas nuevas y convertirse en oasis de esperanza en los barrios, en los pueblos y en la vida cotidiana".