Monseñor José Luis Retana: "Nuestra sociedad no ha perdido del todo el espíritu religioso de estas fiestas"

Navidad. 25 de diciembre, el ambiente en la capital y la provincia ya respira el aire festivo propio de estas fechas. En este contexto, el obispo de Salamanca y Ciudad Rodrigo, Monseñor José Luis Retana, ha realizado un balance de la situación actual de la Iglesia en la región y ha querido enviar un mensaje de cercanía a los fieles, definiendo este tiempo litúrgico como un momento en el que "estamos de espera con esperanza", tal y como destaca en esta entrevista.

Para el prelado, estas fechas se manifiestan visiblemente en "los tradicionales alumbrados, la espera de las familias que se juntan y un corazón más bueno", conformando unas fiestas que califica como "entrañables" y llenas de sensaciones hermosas.

Al analizar cómo vive la sociedad contemporánea esta celebración, Monseñor Retana reconoce la existencia de factores externos que pueden desviar la atención del motivo central de la festividad. "Hay muchas cosas que nos distraen de lo esencial: que Dios nos quiere inmensamente, viene a nosotros en la debilidad de la carne de un niño pequeño", explica el obispo, quien subraya que el propósito de esta venida es "hacernos mejores" y fomentar la entrega a los demás.

Respecto a la religiosidad de la sociedad salmantina, el obispo describe una realidad heterogénea. Según su análisis, existe una "tipología variada de personas" que abarca desde las gentes sencillas fieles a sus costumbres y creyentes formados, hasta aquellos que se declaran indiferentes, no practicantes o agnósticos. Sin embargo, su conclusión es positiva: "Gracias a Dios, nuestra sociedad salmantina no ha perdido del todo el espíritu religioso de estas fiestas".

Sobre el riesgo de que el consumismo eclipse el sentido tradicional de la Navidad, Retana se muestra convencido de que el significado profundo "nunca se puede perder del todo", ya que se celebra el acontecimiento que divide la historia en dos y porque "el hombre tiene en su corazón un deseo infinito que no se puede traicionar fácilmente".

La gestión de dos diócesis y el reto de la despoblación

En el plano organizativo, Monseñor Retana afronta la complejidad de ser el máximo responsable de dos sedes episcopales: Salamanca y Ciudad Rodrigo. El prelado admite que esta labor "no es fácil" y que exige "un ritmo de trabajo generoso, no tener pereza para moverse y rigor en la gestión de la agenda", aunque destaca la ayuda fundamental de sus colaboradores.

Para las celebraciones litúrgicas de Navidad y Semana Santa, el obispo sigue un sistema rotatorio acordado con los vicarios: "Los celebro alternativamente y en la diócesis donde me toca celebrar cada día de fiesta, dependiendo donde la he celebrado el año anterior".

El obispo también se ha referido a uno de los problemas estructurales más graves de la provincia: la despoblación en las zonas rurales. "Vivimos en una región despoblada y envejecida", constata Retana, quien asegura que, pese a ello, la misión de la Iglesia es cuidar a esas personas. En este sentido, ha puesto en valor la labor de los sacerdotes en los pueblos, recordando que "Dios se ha hecho carne" para decir que "cada vida humana tiene un valor infinito", siendo los más sencillos "los preferidos".

En cuanto a la modernización de la Iglesia y su presencia en internet y redes sociales para acercarse a los jóvenes, el obispo es claro: "La Iglesia no puede estar al margen de estos medios". No obstante, advierte de que un mal uso de estas herramientas puede generar soledad y dificultar las relaciones verdaderas.

En este ámbito, Monseñor Retana ha querido hacer pública su felicitación a las responsables de comunicación de las diócesis, María y Eva, quienes han sido galardonadas recientemente por la Conferencia Episcopal con el premio Bravo, un reconocimiento a la labor de los comunicadores diocesanos.

Sobre su agenda personal para estos días, el prelado ha detallado que celebrará los misterios de la liturgia y compartirá tiempo "con los sacerdotes mayores o en el comedor de los pobres". Además, mantendrá un encuentro con los sacerdotes en cada diócesis y reservará un día para reunirse con todos sus hermanos. "Es el único día que nos vemos al año. Nos contamos nuestras cosas. Es un día muy hermoso", confiesa.

Finalmente, Monseñor José Luis Retana ha querido enviar un mensaje directo a los lectores: "Deseo a todos los salmantinos una Feliz y Santa Navidad". El obispo enfatiza el adjetivo "Santa" para recordar que "nace Jesús y eso nos permite acogerle en el corazón, nos cambia por dentro y nos hace ser más generosos en nuestra entrega a los que tenemos alrededor", concluye.