, 21 de diciembre de 2025
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El Baby Sala de las Escuelas Deportivas Piensos Durán Albense FS, un primer contacto con el fútbol desde el juego
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REPORTAJE CANTERA

El Baby Sala de las Escuelas Deportivas Piensos Durán Albense FS, un primer contacto con el fútbol desde el juego

Actualizado 21/12/2025 18:42

El grupo más pequeño del club trabaja con niños y niñas de entre 3 y 5 años, priorizando la diversión, la socialización y el aprendizaje de valores a través del deporte

El Baby Sala de las Escuelas Deportivas Piensos Durán Albense FS representa el primer escalón formativo dentro del club albense. Bajo la coordinación de los monitores Adrián González y Marcos Martín, el equipo reúne a niños y niñas de edades tempranas que dan sus primeros pasos en el fútbol sala en un entorno lúdico, educativo y adaptado a sus necesidades.

La lista de integrantes la forman Diego Hernández Curto, Víctor Lucas Hernández, Carolina López Sánchez, José Yagüe Martín, Pablo Martín Jiménez, Mateo Martín Corral, Rodrigo Martín Sánchez, Roberto Sánchez Tejedor, Carlos Sánchez Díaz, Francisco López Sánchez, Rodrigo Rodríguez Hernández, Gonzalo González Hernández y Diego Bernabé González.

Un grupo diverso que aprende jugando

La mayoría de los niños se estrenan en esta actividad, aunque algunos ya habían participado previamente en otras propuestas deportivas. “Es una actividad nueva y es un grupo variado porque alberga varias edades, pero dentro de la edad lo están llevando bastante bien; vienen a divertirse y a jugar, lo están llevando como si fuera un juego”, explica Adrián González.

Marcos Martín destaca también el clima que se genera en el grupo: “La mayoría ya se conocen, tienen su grupo de amigos y vienen a pasarlo bien y a disfrutar”.

Ambiente positivo y metodología adaptada

A pesar de la diferencia de edades, que va de los 3 a los 5 años, el ambiente es uno de los puntos fuertes del equipo. “Los más grandes tiran de los más pequeños en algunas tareas y hacen que sea todo más llevadero”, señala Adrián. Marcos coincide y subraya que “todos vienen con una actitud positiva, contentos, con ganas de jugar, y eso se nota a la hora de realizar las actividades”.

Los entrenamientos se estructuran siempre desde el juego. “Lo primero es el calentamiento, siempre con algún juego para que se activen; luego hacemos actividades relacionadas con el fútbol sala y, si todo va bien, acabamos con un partido en el que participamos con ellos”, detalla Adrián González. Por su parte, Marcos Martín concreta algunos ejemplos: “En el calentamiento solemos jugar a los toros, delimitamos una parte del campo, y después hacemos conducción con balón y juegos adaptados a lo que pueden realizar a estas edades”.

Disfrutar, aprender y crecer

El principal objetivo del Baby Sala está claro. “Que se lo pasen bien, que aprendan lo que es el fútbol sala y que lo vean como un hobby”, resume González, quien también destaca la importancia de que los niños conozcan la estructura del club y se sientan parte de él: “Ya están bajando a ver al primer equipo, acaban los partidos y nos vienen a saludar; eso es muy bonito”.

Las dificultades llegan, sobre todo, por la diferencia de edad. “A los de 3 años les cuesta más que a los de 5, que entienden las cosas a la primera”, reconoce González. Martín añade que “no dejan de ser niños, a veces uno está con el balón, otro jugando, pero luego son muy obedientes y responden rápido”.

Ambos monitores coinciden en que no se puede centrar el trabajo únicamente en el fútbol sala. “Son muy pequeños, si solo hiciéramos técnica o táctica se aburrirían; tiene que ser algo que les motive y les divierta”, apunta González. En esa línea, el cierre lo resume bien: “Es una actividad extraescolar para socializar, educar y divertirse, para que vean el fútbol sala como algo lúdico”. Marcos Martín concluye: “Que aprendan los valores del fútbol sala y que la hora que están aquí los lunes y miércoles se lo pasen bien y tengan ganas de volver”.