Carlos García, destaca la renovación de la plantilla y la evolución positiva de la reinserción pese a la sobreocupación.
La Sala B del Centro de las Artes Escénicas y de la Música (CAEM) de Salamanca ha acogido esta mañana el acto de celebración del 30 aniversario de la apertura del Centro Penitenciario de Topas. Un evento que ha servido no solo para conmemorar las tres décadas de funcionamiento de la institución, sino también para analizar la situación actual del recinto. Su director, Carlos García, ha atendido a los medios de comunicación antes del inicio del acto institucional, donde ha ofrecido un balance de la trayectoria del centro y ha abordado los retos presentes, marcados por el aumento de la población reclusa.
La celebración llega con cierto retraso respecto a los hitos cronológicos habituales, una circunstancia que el propio director ha querido aclarar desde el inicio. "Como sabéis, desafortunadamente, no pudimos celebrar el 25 aniversario por el tema del COVID, y, bueno, pues hoy celebramos el 30 aniversario de la apertura del centro residencial de Topas", ha explicado García. El acto ha contado con una nutrida representación institucional, incluyendo a la subdelegada del Gobierno en Salamanca, el subdelegado de Zamora, la directora gerente de la Entidad Estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, así como la coordinadora de tratamiento y gestión penitenciaria.
Carlos García ha destacado también la presencia de "casi todas las directoras de Castilla y León, que afortunadamente son todas mujeres", además de numerosos compañeros jubilados que han querido sumarse a la efeméride. Durante su intervención, el director ha realizado un balance muy positivo de estas tres décadas, subrayando la evolución del modelo penitenciario. "Creo, sinceramente, que desde la construcción de un centro nuevo de estas características, lo que llamamos un centro polivalente, pues ello ha supuesto un avance importantísimo en lo que es el cumplimiento de las penas privativas de libertad", ha afirmado.
En este sentido, García ha puesto en valor el desarrollo de los programas formativos, laborales, socioculturales y deportivos que se han implementado a lo largo de los años bajo diferentes direcciones. Según sus palabras, "el centro ha evolucionado de una forma extraordinaria en esa función constitucional que tenemos, lógicamente, de reeducación y reinserción social de la población reclusa, que al fin y al cabo son los protagonistas de, por desgracia, de nuestra institución".
Sin embargo, la celebración no ha eludido la realidad actual del centro, que ha vivido momentos de tensión recientemente. Al ser preguntado por los incidentes ocurridos hace dos semanas, el director ha admitido la existencia de un suceso grave, aunque ha matizado sus consecuencias. "Es evidente que en un centro cerrado, pues en alguna ocasión se produce un incidente, como usted bien dice, un incidente serio que tuvimos, pero bueno, afortunadamente se resolvió, no ocurrió ningún incidente en cuanto a lesionados por parte de los funcionarios", ha asegurado.
Uno de los puntos clave que ha abordado Carlos García ha sido la ocupación actual de la prisión, reconociendo un incremento notable en el número de internos durante su mandato. "Hay que reconocer que hemos crecido mucho en población reclusa. Yo llevo 8 años en el centro, y cuando vine había 600 internos, y ahora estamos doblando, estamos en 1.200", ha revelado. A pesar de este aumento, el director ha recordado que en etapas anteriores, bajo la gestión de José Ignacio Bermúdez, el centro llegó a albergar a casi 2.000 internos.
Sobre la capacidad ideal de la instalación, García ha sido claro: "El centro está pensado para 1.050 internos, es decir, doblando las celdas, pues no debería de tener más que esa capacidad". No obstante, ha calificado la situación actual de "circunstancial" o excepcional, señalando que es una realidad compartida por todos los centros polivalentes, que se mueven en cifras de entre 1.200 y 1.300 reclusos. Ha admitido que "ese número de internos, un poco elevado, pues conlleva incidentes regimentales, sí".
Para hacer frente a esta situación, el director ha depositado su confianza en el refuerzo de la plantilla a través del concurso de traslados. Ha destacado un cambio en el perfil de los trabajadores que se incorporan, mencionando que "ya se ha reducido muchísimo la edad de los funcionarios que regresan al centro". Según ha explicado, ahora llegan "chicos y chicas muy jóvenes que ingresaron a la institución hace 5 o 6 años".
García se ha mostrado optimista respecto al futuro inmediato de la gestión del personal. "Creo que con este último concurso, que se van a incrementar notablemente los funcionarios de vigilancia, de oficinas y de todas las áreas, pues el centro razonablemente tiene que quedar en muy buenas condiciones de personal", ha concluido, respondiendo así a las reivindicaciones sindicales habituales.
La jornada conmemorativa ha continuado con un acto institucional en el que la Secretaría General ha recompensado a varios compañeros con medallas y menciones honoríficas. Posteriormente, la comitiva se ha trasladado a la prisión antigua, conocida como Aldados, para realizar un acto en colaboración con un profesor de la Facultad de Bellas Artes, antes de finalizar la celebración con una comida de hermandad en Salamanca.