Manuscritos inéditos y obras maestras en la gran exposición de San Juan de la Cruz en Alba
La muestra exposición 'San Juan de la Cruz, esperanza de alto vuelo' conmemora el tricentenario de su canonización.
El Convento de San Juan de la Cruz de Alba de Tormes abre sus puertas a una de las citas culturales y religiosas más relevantes del año en la provincia. Bajo el título "San Juan de la Cruz, esperanza de alto vuelo", la exposición conmemora dos efemérides fundamentales: el tercer centenario de la canonización del santo (1726) y el primer centenario de su proclamación como Doctor de la Iglesia (1926). La muestra, que permanecerá abierta hasta 2026, ofrece un recorrido exhaustivo a través de 175 piezas artísticas y documentales procedentes de diversos puntos de la geografía española e italiana.
La iniciativa, promovida por la Orden del Carmelo Descalzo, ha transformado la planta baja y la zona de la portería del edificio barroco en un gran espacio museístico. El proyecto ha contado con el patrocinio de la Junta de Castilla y León y la colaboración de instituciones como la Casa Ducal de Alba, la Universidad de Salamanca (USAL), la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la villa ducal, entre otras entidades.
Un itinerario vital en seis capítulos
El comisario de la exposición y prior de la orden en Alba de Tormes y Salamanca, Miguel Ángel González, ha dirigido un montaje que se estructura en seis capítulos diferenciados. Los tres primeros abordan el itinerario vital del místico: desde su etapa como Juan de Yepes y Álvarez (1542-1563), pasando por Fray Juan de Santo Matía (1563-1568), hasta convertirse en Fray Juan de la Cruz (1568-1591).
El recorrido continúa con un cuarto bloque dedicado a su insigne obra literaria, un quinto capítulo sobre la recepción histórica de su figura y un cierre donde se cede la palabra a Santa Teresa de Jesús para narrar su relación con el fraile de Fontiveros. El hilo conductor se apoya en una veintena de paneles explicativos y en los grabados que Antonio Pietro Francesco Zucchi realizó en Venecia en 1748.
Joyas artísticas y documentos autógrafos
Entre las 175 piezas expuestas, muchas de las cuales salen por primera vez de clausuras o archivos, destacan elementos de incalculable valor histórico. La muestra exhibe cartas autógrafas del santo, documentos de gran relevancia dada la escasez de escritos originales conservados. Asimismo, se pueden contemplar códices procedentes de monasterios de Carmelitas Descalzas y archivos estatales.
En el apartado artístico, la exposición reúne obras de maestros de la talla de:
- Gregorio Fernández: Una escultura del santo procedente de Valladolid y varias obras de su escuela.
- Luis de Morales: Una Piedad de "espectacular factura".
- Guido Reni: Un óleo sobre lienzo de propiedad privada.
- Miguel Cabrera y Francisco Clapera: Representaciones de la Virgen del Carmen.
Llaman poderosamente la atención las piezas vinculadas directamente a la vida del carmelita, como un bastón utilizado por el santo, una cruz de su propiedad y un relieve de un "Ecce Homo" realizado por él mismo, conservado habitualmente en Caravaca de la Cruz. También se exponen las "veras efigies" en bronce de Santa Teresa (obra de Jennifer Mann, 2025) y de San Juan de la Cruz, realizada en 1991 tras la última apertura de su sepulcro en Segovia.
Colaboración de la Universidad de Salamanca
La vinculación académica del místico tiene un espacio destacado gracias a los fondos del archivo histórico de la Universidad de Salamanca. La institución académica ha cedido dos piezas fundamentales: el libro de matrículas donde aparece inscrito como alumno bajo el nombre de Fray Juan de Santo Matía y el libro de visitas de cátedras, que incluye un manuscrito del propio San Juan.
Restauración y procedencia
Para la materialización de este proyecto, se han restaurado una veintena de piezas de pintura y escultura en talleres salmantinos. Las obras provienen de una extensa lista de lugares que marcaron la vida del santo o custodian su legado, incluyendo Roma, Fontiveros, Medina del Campo, Segovia, Sevilla, Granada, Úbeda y Jaén, entre otros.
El montaje, realizado en el tiempo récord de un mes, destaca por su iluminación y la elegancia de la distribución sobre fondo rojo inglés. En el claustro, dos árboles simbólicos enmarcan la visita: una encina, evocando los orígenes de la reforma en Duruelo, y un olivo, símbolo de su etapa y fallecimiento en tierras andaluzas.
La exposición se completa con la visita al jardín conventual y a la representación de la celda de San Juan de la Cruz, ubicada en las salas de las casas de los Ovalle. Próximamente se editará un catálogo científico con artículos de especialistas que inmortalizará esta muestra histórica.
