La iglesia parroquial era el epicentro de la actividad
La Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza puso este domingo el broche final al solemne Triduo celebrado en honor a su titular, con una intensa y emotiva jornada marcada por la devoción y la participación de numerosos fieles.
Desde las once de la mañana tuvo lugar el tradicional Besamanos a la venerada imagen, un acto que contó con una constante afluencia de devotos que quisieron acercarse para mostrar su respeto y cariño a la Esperanza. La imagen presidía un espacio especialmente dispuesto para la ocasión en el interior de la iglesia parroquial, creando un ambiente de recogimiento y solemnidad.
El cierre de la jornada llegó a la una de la tarde con la celebración de la solemne eucaristía en honor a Nuestra Señora de la Esperanza, oficiada por el párroco peñarandino, Lauren Sevillano. El templo se llenó por completo en una misa en la que los asistentes elevaron sus peticiones y oraciones a la imagen, poniendo así el punto final a unos cultos que han vuelto a poner de manifiesto la profunda devoción que despierta esta advocación mariana entre sus fieles.