El presidente provincial de CESM, Ángel Bajo, recuerda que se movilizan por la falta de un estatuto propio mientras esperan resultados de la reunión con el Ministerio.
La huelga nacional de médicos ha alcanzado un seguimiento “positivo o muy positivo” en Salamanca, en una jornada marcada por la convocatoria de urgencia del comité de huelga por parte de la ministra de Sanidad. El presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Salamanca, Ángel Bajo, ha valorado una movilización que persigue reivindicaciones históricas y que, según afirma, ha logrado algo inédito: la unión de toda la profesión frente a las políticas del ministerio.
En medio de la tensión, la noticia de la reunión convocada a las 11:00 horas de esta mañana ha generado cautela. “Estamos expectantes a ver qué nos ofrece”, ha señalado Bajo, quien no ha ocultado los efectos negativos del paro. “Por desgracia, la huelga tiene sus efectos negativos, evidentemente, en la atención a los pacientes, y eso a nosotros nunca nos gusta”, ha lamentado, poniendo el foco especialmente en la afectación sobre los servicios de urgencias y pidiendo “máxima responsabilidad a la gente” para acudir a ellos solo cuando sea estrictamente necesario.
El seguimiento en la provincia ha sido notable. Según los datos aportados por el representante sindical, la participación se ha situado en un “60, 70 largo por cien, aquí en Salamanca, de los que pueden hacer huelga”. Una cifra que, ha advertido, podría incrementarse en los próximos días. Bajo también ha criticado que se hayan impuesto unos servicios mínimos “triplicados respecto a la huelga anterior”, lo que dificulta la visibilidad real del paro.
Las demandas del colectivo médico no son nuevas. “Las reivindicaciones que estamos solicitando son las mismas desde hace un año y pico”, ha recordado Ángel Bajo. La principal es la creación de un estatuto propio que permita a los médicos negociar sus propias condiciones laborales sin la interferencia de otros colectivos. Consideran que el actual Estatuto Marco, vigente desde 2003, está obsoleto y que las propuestas de modificación del ministerio suponen “un cambio a peor”.
Otra de las claves del conflicto es el reconocimiento de su categoría profesional. Los médicos reclaman que se valore adecuadamente una formación de 360 créditos universitarios, un 50% más que otros graduados de 240, a lo que se suman entre cuatro y seis años de formación especializada y una responsabilidad mucho mayor. “No somos iguales, no queremos ser, pero somos diferentes”, ha sentenciado Bajo para resumir esta exigencia.
Uno de los aspectos más sangrantes para el colectivo es la situación de las guardias. Los facultativos exigen una regularización urgente de una normativa que no se ha actualizado desde el año 2000. Reclaman que las horas de guardia computen para la jubilación, una medida que consideran de justicia elemental. “Lo que no tiene ningún sentido es que hagas un montón de horas de más y al final tengas que estar hasta los 67 años, porque no te puedes jubilar a los 65”, ha denunciado Bajo, quien ha añadido que muchos médicos llegan a esa edad habiendo cotizado el equivalente a “53 o 55 años” de vida laboral.
A esta situación se suma una remuneración que consideran un agravio. “Cobrar por esas horas menos que la hora normal, ya es un colmo”, ha afirmado. También ha rechazado de plano las declaraciones atribuidas a la ministra en las que sugería que un médico puede trabajar “70, 80, las que se necesiten”. Los profesionales sanitarios reclaman un límite horario como el de cualquier otro trabajador.
El presidente de CESM Salamanca ha sido muy crítico con la actitud del ministerio, al que acusa de desprecio y de faltar a la verdad. Ha recordado unas declaraciones recientes de la ministra en las que aseguraba haber concedido todas las peticiones del colectivo. “Estábamos estupefactos. Todo, y no nos ha concedido nada”, ha aseverado Bajo, calificando la situación de “no muy seria”.
En su opinión, la ministra no ha tenido “otro remedio que convocar al comité de huelga, porque esta situación es insostenible, el daño que se está haciendo a la sanidad es importantísimo”. La movilización, ha concluido, ha tenido un efecto unificador sin precedentes en el sector. “Esto ha conseguido la señora ministra, por mucho que diga, unir a toda la profesión médica, sean del sindicato que sean, sean de la provincia o autonomía”.
Ante este frente común, Ángel Bajo ha lanzado una reflexión final en forma de pregunta retórica que resume el sentir del colectivo: “La señora ministra se lo tiene que hacer pensar, porque a lo mejor, llámenme loco, está equivocada ella y no nosotros, ¿no?”.
Vídeo y fotos de David Sañudo