La orden elimina los cupos de jabalí, autoriza el uso de visores nocturnos y permite el control poblacional durante los 365 días del año, incluso en zonas urbanas.
El Gobierno autonómico ha dado un paso decisivo este jueves en la protección de la cabaña ganadera y la sanidad animal de la región. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha informado al Consejo de Gobierno sobre la aprobación de la orden que declara la emergencia cinegética por jabalí en todo el territorio de Castilla y León. El objetivo prioritario de esta medida es reforzar de manera urgente la prevención frente a la amenaza de la Peste Porcina Africana (PPA).
La nueva normativa, que tendrá efectos inmediatos tras su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), establece un paquete de medidas extraordinarias. Estas acciones buscan reducir la densidad de las poblaciones de jabalí mediante la flexibilización de la caza sostenible y el refuerzo de los controles poblacionales.
Esta decisión es fruto de la coordinación entre las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Asimismo, el consejero mantuvo ayer una reunión con la Federación de Caza de Castilla y León para abordar los detalles técnicos de esta orden.
La orden introduce cambios sustanciales para la temporada cinegética, que abarca 305 días hábiles. Entre las medidas más destacadas para los cazadores se encuentran:
La Junta también ha simplificado los trámites administrativos. Se flexibiliza la comunicación de capturas, permitiendo el formato papel para cazadores y organizadores. El procedimiento establece que los cazadores rellenarán sus fichas diarias y las entregarán quincenalmente al titular del coto. A su vez, el titular comunicará los resultados a la Administración cada quince días para permitir un seguimiento preciso de la efectividad de la emergencia.
Más allá de la actividad cinegética ordinaria, la declaración de emergencia habilita actuaciones de control poblacional durante todo el año. Estas intervenciones podrán realizarse tanto en cotos de caza como en terrenos no cinegéticos, incluyendo zonas urbanas, zonas de seguridad y vedados.
Para estas labores de control se autoriza el uso de capturaderos homologados, así como las modalidades, visores nocturnos y alimentación suplementaria ya descritos para la caza sostenible. La Administración se compromete a agilizar la gestión de estas actuaciones, fijando un plazo máximo de cinco días para resolver las solicitudes de control poblacional.