La propuesta incluye códigos QR interactivos y homenajes a las denominaciones de origen de la provincia.
La céntrica calle Rúa de Salamanca, arteria que conecta la Plaza Mayor con el conjunto catedralicio, ha transformado sus balcones en un lienzo navideño para fusionar arte, tradición y comercio. La iniciativa ‘Navidad en los Balcones’ ha regresado este año con más fuerza, aumentando el número de obras y añadiendo un componente interactivo para atraer tanto a salmantinos como a turistas, en un esfuerzo conjunto por revitalizar el tejido comercial del casco histórico durante una de las campañas más importantes del año.
La presentación de esta singular decoración ha contado con la presencia del concejal de Comercio, Pedro Martínez, y la presidenta de la Asociación de Comerciantes de la Zona de la Rúa (ACCIVISA), Azucena Hernández. Este proyecto se enmarca dentro del programa municipal ‘Sal de Compra’, una estrategia del consistorio para dinamizar y fomentar el comercio de proximidad.
Pedro Martínez ha subrayado la importancia de estas acciones para “hacer ciudad” y ha agradecido a la asociación su implicación. “Este proyecto se enmarca dentro de toda la programación navideña y en especial, lo que hemos organizado desde el área de comercio del Ayuntamiento de Salamanca”, ha explicado el concejal, recordando otras iniciativas como el reparto de 5.000 cajas de bombones en la Plaza de la Libertad para incentivar las compras en los establecimientos locales.
La esencia de ‘Navidad en los Balcones’ reside en la colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, una sinergia que nació el año pasado y que en esta edición se consolida. “Queremos impulsar la zona comercial, pero también queremos impulsar Salamanca”, ha afirmado Azucena Hernández, destacando el valor de implicar a una institución tan emblemática como la USAL.
Este año, la exposición al aire libre ha crecido, pasando de cinco a siete balcones decorados. Las obras son elaboradas por alumnos de la facultad, bajo la dirección de los profesores Ricardo Núñez y Stephen Tedejo. Además, como novedad, se han incorporado dos figuras de charros diseñadas por una estudiante, ubicadas en dos cubos cedidos por el Ayuntamiento, que enriquecen aún más la propuesta visual de la calle.
La iniciativa no solo mira hacia la ciudad, sino que también rinde homenaje a la riqueza de la provincia. En varios balcones se pueden leer leyendas que hacen referencia a las denominaciones de origen más representativas, como Guijuelo, Arribes o Sierra de Salamanca, un guiño que ha sido posible gracias al apoyo de la Diputación Provincial y de empresas y particulares de la zona.
La gran novedad de esta edición es la gamificación de la experiencia. “Este año también hemos incorporado un juego, se ven unos QRs en cada uno de los decorados”, ha detallado Hernández. Al escanearlos, los visitantes acceden a una explicación de la obra y a la posibilidad de participar en un sorteo. Para ello, solo es necesario rellenar un sencillo formulario en cualquiera de los establecimientos adheridos a la campaña.
La campaña navideña es un balón de oxígeno para el comercio del casco histórico. Azucena Hernández ha confirmado las buenas sensaciones tras el pasado puente festivo, que ha calificado como “bastante potente” y con datos “muy positivos”. Sin embargo, también ha puesto el foco en la cruda realidad que afrontan muchos de estos negocios una vez terminan las fiestas.
“Estas fechas son muy importantes para nosotros, especialmente en esta zona, ya que, como sabéis, lejos del comercio convencional, en enero no tenemos rebajas, y aquí no hay nadie, hasta marzo”, ha confesado la presidenta de ACCIVISA. Esta estacionalidad hace que la facturación de diciembre sea crucial para la supervivencia de los locales durante los primeros meses del año. “Nuestros gastos siguen siendo los mismos, tenemos que sostener sueldos y salarios, alquileres, y, como sabéis, pues esto es bastante costoso”, ha añadido, remarcando la importancia fundamental del apoyo institucional y de la respuesta de los ciudadanos.
Con esta mezcla de arte, tradición y tecnología, la calle Rúa no solo se embellece para la Navidad, sino que lanza una invitación directa a pasear, descubrir y apoyar a un sector que es vital para la economía y el alma de Salamanca.