El elevador salvará un desnivel de 4,5 metros y conectará la Gran Vía con la calle Asadería.
La transformación de uno de los puntos neurálgicos para la movilidad peatonal en Salamanca, las conocidas 'escaleras de La Riojana' en la Gran Vía, continúa avanzando a buen ritmo. Los trabajos para la construcción de esta nueva infraestructura, que comenzaron el pasado 5 de mayo de 2025, han alcanzado este martes un hito muy visible con la instalación de su cabina panorámica.
Este proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Salamanca, tiene como objetivo principal la eliminación de la barrera arquitectónica existente entre los números 55-57 de la Gran Vía y la calle Asadería. La actuación permitirá salvar un desnivel considerable de 4,5 metros de altura, mejorando de forma significativa la conexión entre el corazón de la capital y el paseo de Canalejas.
La pieza central de esta intervención es el ascensor vertical cuya estructura ya es perceptible. El elevador estará dotado de una cabina con unas dimensiones de 1,40 metros de ancho por 1,50 metros de fondo, con capacidad para transportar a nueve personas o un peso máximo de 900 kilos. El diseño técnico contempla un sistema de doble embarque a 180 grados y dos paradas.
En cuanto a la integración en el entorno urbano, el acceso en la cota superior se realizará a través de una pasarela que conectará directamente con la plaza de La Parra. Esta estructura contará con una pendiente suave del dos por ciento y una anchura mínima de 2,20 metros para garantizar un tránsito cómodo y seguro para todos los usuarios. Por su parte, en la zona inferior, el arranque de hormigón de la torre, situado detrás del muro de granito, dará lugar a un espacio de entrada funcional que incluirá bancos incorporados en la propia escalinata.
El proyecto, que cuenta con un plazo de ejecución de nueve meses y un presupuesto de adjudicación de 269.588 euros para esta parte de la intervención, no se limita únicamente a la mejora de la accesibilidad mecánica. La obra incluye una vertiente de integración paisajística mediante la creación de parterres vegetales escalonados junto a la pasarela superior.
Según la descripción del proyecto, estas zonas verdes buscan "reverdecer una plaza donde ahora sólo hay piedra". La vegetación no será un elemento aislado, sino que enlazará con los alcorques con árboles y arbustos que se habilitarán en la calle Asadería. De esta forma, la actuación se integra en el corredor verde que se está desarrollando entre las plazas de San Cristóbal, Bretón, San Román, Las Claras y sus entornos.

Fotos de David Sañudo